Actualmente, seis de cada diez tumores de colon se curan, una cifra impensable hace algunos años. La supervivencia de estos pacientes oncológicos ha mejorado de forma notable en la última década gracias a los nuevos tratamientos y a los grandes avances logrados en el ámbito de la cirugía. Así se puso de manifiesto ayer en el decimosexto Simposio Internacional sobre Tumores Digestivos celebrado en Málaga y que ha contado con la participación de 300 expertos nacionales e internacionales.

El presidente de este grupo científico, el doctor Enrique Aranda, precisó que el futuro de la enfermedad pasa por las terapias biológicas y por tratamientos "a la carta" tras estudiar las características genéticas y moleculares del propio afectado. El también jefe de Servicio de Oncología Médica del Reina Sofía precisó que la situación de Córdoba en la lucha contra los tumores colorrectales es privilegiada, pues el complejo sanitario de la ciudad es de los primeros centros en incorporar los últimos avances en esta especialidad.

El catedrático y jefe de servicio del Hospital San Carlos de Madrid, el doctor Eduardo Díaz-Rubio apuntó, en este sentido, que la Oncología moderna tiene que ir de la mano de los aspectos moleculares, "es decir, diseñar fármacos dirigidos frente a dianas terapéuticas específicas con gran impacto en el tratamiento de los tumores diseminados".

Uno de los ejes del congreso ha sido el tratamiento multidisciplinar de las metástasis en el hígado. En este sentido, pacientes para los que no había alternativa hasta la fecha, ahora pueden beneficiarse de tratamientos combinados muy eficaces. Aranda precisó, en este sentido, que en estos casos la quimioterapia sirve para reducir el tumor con el fin de poder legar a operarlo a continuación y de esta forma mejorar las expectativas de vida.

El tumor colorrectal se sitúa en Europa como el segundo con más incidencia después del cáncer de mama. En España, esta enfermedad constituye la primera causa de muerte cuando se suman ambos sexos. A nivel nacional, se diagnostican alrededor de 25.000 nuevos casos cada año, con una incidencia de 50 registros por 100.000 habitantes. El volumen de casos del Reina Sofía se sitúa en alrededor de 320 anualmente, de los que la mayoría se cura. Afecta a más mujeres que hombres, aunque la tasa de curación de la población femenina es superior.