El empleado de banca Juan Miguel Ríos partirá hacia Nicaragua en el marco de un proyecto de voluntariado promovido por la Fundación Bancaria La Caixa. El cordobés, casado y padre de tres hijos, ha trabajado en la banca durante 19 años y se decidió al oír las vivencias que sus compañeros habían experimentado durante el voluntariado. "Cuando volvían, lo hacían con una mirada diferente", afirma el protagonista de la historia. Juan Miguel trabajará sobre el terreno en colaboración con la asociación nicaragüense Odesar y la ONG española Felipe Rinaldi y realizará labores de evaluación para poder contribuir a la paulatina consolidación de un modelo financiero de concesión de microcréditos para los hombres y mujeres de la zona que, por regla general, se dedican al sector de la agricultura. Al tratarse de pequeños préstamos, la meta es que los usuarios adquieran una parcela de tierra, semillas y fertilizantes, en definitiva los materiales necesarios para que puedan iniciar una cosecha. El presupuesto para la concesión de microcréditos se encuentra en 150.000 dólares.

La zona hacia la que el voluntariado está proyectada es El Tuma-La Dalia, una municipalidad del departamento de Matagalpa especializada en el cultivo de café. Repartidas por la zona, se encuentran una docena de pequeñas cooperativas, que cuentan con cada vez más trabajadores gracias a diferentes proyectos de voluntariado. "Queremos ayudar a que pequeños agricultores y personas en estado de vulnerabilidad puedan acceder a ser cooperativistas y se integren", declara Juan Miguel. Estas doce cooperativas están integradas en otra mayor que reúne entre sus funciones el análisis de riesgos y la comercialización de los productos, además de ser el organismo que alberga la sección de los microcréditos y los concede.

Paralelo a la creación de un sistema de microcréditos que quede implantado en la zona, corre el objetivo de integrar a la mujer nicaragüense en el ámbito financiero. Cuenta Juan Miguel que actualmente las usuarias de préstamos solo ocupan un tercio del total, y que "pretendemos equiparar este ratio con el de los hombres, aunque, por supuesto, lo ideal sería que las mujeres superaran a los hombres en concesión de microcréditos".

Respecto a su labor en la zona, el voluntario cordobés afirma que va a hacer lo que hace todos los días en su trabajo, estudio de modelos financieros, pero simplificados y adaptados a la necesidad de las cooperativas. "En la primera parte del proyecto, residentes de la zona nos llevan por seis de las doce cooperativas para que veamos qué necesitan y evaluemos lo que ya tienen hecho", narra el voluntario, para añadir que "en la segunda, enseñamos y proponemos el modelo que consideramos idóneo".

Juan Miguel hace un análisis previo a su partida y considera sin un ápice de incertidumbre que "se va a traer mucho más de lo que va a dejar allí, sobre todo, muchas más ganas para practicar voluntariado".