Córdoba

"El poder judicial en España está controlado por la extrema derecha"

  • El ex regidor hace un repaso a su etapa al frente de la Alcaldía y también valora la situación actual de la capital, afirmando que ésta es "una ciudad desconfiada y callada, que arriesga poco"

-Mi madre siempre dice que está todo más liado que un saco de papelillos.

-Sí, algo de eso hay. En las épocas de crisis se intentan resolver los problemas desde el desconocimiento y sin saber muy bien qué hacemos. Y en este país todos somos expertos y tenemos soluciones propias para resolver conflictos. La responsabilidad no es de nadie en concreto sino del mercado. Hay una crisis del sistema. La solución para desliar el saco de papelillos vendrá cuando se resuelva el problema del paro, cuando se genere empleo, y esto con carácter general. No valen los análisis locales. El problema es global. Hace falta un cambio de modelo económico, un mayor control de los mercados.

-Un economista decía el otro día en televisión que esta crisis va a durar, se haga lo que se haga.

-Los economistas son los forenses de la economía. Cuando la economía ha muerto te explican el por qué, pero sus opiniones no son de obligado cumplimiento. En cuanto a las distintas opiniones políticas para salir de la crisis, sería bueno que la oposición busque alternativas, soluciones pero esta derecha sólo quiere alcanzar el poder y ésa es en estas circunstancias una actitud bastante grave. El PP es responsable de su actitud de confrontación y su rechazo al consenso con las ofertas que el gobierno está haciendo y que sí son aceptadas por otros partidos. Quieren aparecer como salvadores de la patria, que es algo que a ellos siempre les ha gustado mucho.

-A usted lo condenaron por prevaricación en una sentencia muy polémica. Visto la que está cayendo con Gürtel o Matas, ¿qué hubiese pasado hoy con su caso?

-El resultado hubiera sido el mismo porque quien controla el poder judicial en España es la extrema derecha. Han hecho política tapando los casos de corrupción de la derecha y machacando los de la izquierda. Mi sentencia por nombrar un candidato, no se olvide, un chiste, fue definida posteriormente por un miembro del CGPJ como prevaricación, pero no mía, sino de la sala que me condenó. El Gürtel, tan profundo que no puede ser tapado, lo intentan tapar con lo de Garzón. Es el único caso en la historia en la que al jefe de la trama acusada se le permite presentar en el Tribunal Superior una querella contra el juez que ha de juzgarle. La derecha lo tiene bien montado.

-¿Es Garzón la última víctima de la represión franquista entonces?

-La penúltima. Se ha hecho transición democrática política pero no judicial. Esa extrema derecha se ha refugiado, disfrazada de demócrata, en el único poder no democrático: el judicial. Ahí se ha atrincherado y colabora con la derecha política. Así, la aplicación de la justicia no es creíble. Con Garzón se ha actuado con el mayor descaro del mundo, sin guardar las formas. Varela odia a Garzón, se ve perfectamente que va de cacería. Hace falta una reforma del poder judicial y si no la hace el poder político debemos hacerla los ciudadanos organizándonos. Como el PP siempre está en contra de esta reforma hay que dejar al PP al margen o sublevarse la ciudadanía.

-¿Cuál considera como el mayor logro de la Alcaldía?

-Lo que mejor recuerdo es haber resuelto el conflicto de la estación, un trabajo que duró décadas, duro, complicado, de gran repercusión y costo y también beneficio para la ciudad. Le tengo también cariño a cosas menores como el Jardín Botánico y Etnobotánica, algo que no tienen muchas ciudades. Implantamos una forma de gobierno que era más un estilo de gobierno que el mandar, contando siempre con el debate ciudadano. Conseguimos que los vecinos se convirtiesen en ciudadanos y vieran sus barrios como parte de la ciudad, de un todo.

-¿Cuando era alcalde, vio "naves arder más allá de Orión, cosas que no creeríamos?

-Naturalmente. Vi cosas que nunca creeríais. Algún día espero poder contarlas. En toda tarea de responsabilidad hay secretos, asuntos discretos, que requieren la discreción para que funcionen. Como cosa curiosa está el asunto de la estación que tras largos planes, con estudios arqueológicos, montañas de papeles, gráficos y estudios sesudos, el acuerdo acabó firmándose sobre una cuartilla en un restaurante de Madrid, una cuartilla con dibujos a mano por los dos lados de los planes de la estación.

-Casualidad o no está usted en el centro del debate de las construcciones emblemáticas de la ciudad, desde el inexistente puente de Calatrava hasta el hotel "oxidado" ¿Es en lo urbano la ciudad lo que usted deseaba?

-Ahora mismo sí. Pero me temo que se va a estropear. La ciudad es fruto de generaciones. No se puede perder el modelo que quiere el ciudadano. El modelo se estropeó en los años 60 con el desarrollismo pero ha vuelto aunque de casa con patio hayamos pasado a bloque con patio. Los planes generales han mantenido ese diseño. Molesta cuando se trata de violar ese modelo, una mutación debe ser siempre fruto del debate y no de la genialidad de un arquitecto.

-Cuando durante su mandato se restauró el Molino de la Albolafia y rápidamente robaron los jarrones que hacían de cangilones, ¿no dan ganas de hacer como Amadeo de Saboya en 1873 y salir corriendo para casa?

-En esa situación y en otras muchas. Es la falta de cultura y el falso concepto de que lo público no es de nadie, lo que produce el vandalismo urbano. Al principio no se entendía este robo, máxime cuando fue restaurada por una Escuela Taller, y duele porque dices que no se ha entendido nada y uno tiene la responsabilidad de saber explicar las cosas, que eso era para todos. Por suerte el vandalismo urbano está disminuyendo. Un ciudadano, en la inauguración de unos jardines, me dijo: "Qué bonito, pero traigan guardias".

-¿Tiene usted algún cuñado con parcela cerca de Medina Azahara?

-Soy una excepción. Nunca tuve cuñados con parcela. Las parcelas son un problema. La tolerancia atrae eso. Yo escribí contra esta situación cuando empezó todo esto. Es el timo del tocomocho. Si alguien ofrece una parcela barata es que algo está mal. La compra una víctima, pero ellos no son inocentes.

-¿Quienes son los responsables políticos de las parcelaciones ilegales?

-La administración siempre es responsable, por dejadez, por no ejercer sus funciones y también por falta de instrumentos jurídicos, legales. Yo llegué a plantear en la Federación de Municipios que los Registradores de la Propiedad no registrasen las fincas y se negaron en redondo. Si la autoridad administrativa no cuenta con instrumentos no se puede hacer nada. Ahora sí hay un cambio de enfoque. Antes se era más laxo. Se han hecho obras inmensas con la mayor ignorancia de la Administración. Por otro lado el río ha dejado claro donde está lo ilegal diciéndole a muchos que allí no se puede, inundando un terreno que era suyo. El río ha hecho el mejor informe de que eso es ilegal.

-¿Sabe qué fue del busto de Castillejo que presidía la entrada a la central de Cajasur?

--No lo sé ni me inquieta. Ni el busto ni el personaje. Ha ejercido de factotum social y político y todo esto tiene sus consecuencias en la ciudad. La etapa de este personaje se verá cuando escriban los biógrafos imparciales y pierdan su poder los biógrafos palmeros que hasta ahora lo han hecho. Entonces aparecerá el verdadero personaje, alguien que no es un modelo ni en lo social ni por supuesto como cura. Y en lo financiero ahí está su gestión.

-¿Conoce a las hermanas de Castillejo?

-No, no tengo el gusto.

-¿No debería el Vaticano asumir los despedidos de Cajasur? He oído que hay escasez de monaguillos.

-Sería un buen nuevo vivero para los sacerdotes pederastas. La solución de Cajasur tiene que ser traumática, no puede ser de otro modo. Es increíble que haya entrado personal en la plantilla hasta el último día. Ya es dramático que Cajasur desaparezca engullido por Unicaja. Hay que encontrar soluciones pero es seguro que sobra gente y no puede Unicaja asumirlo, debe ser lógicamente Cajasur.

-¿Qué le parecería expropiar la Mezquita y qué haría con ella si le nombrasen cardenal laico in pectore?

-No entra en mis aspiraciones el cardenalato. Todo lo que huela a morado no me gusta. La Mezquita es una institución cuanto menos pública y plural. Hay una Iglesia, pero hay una mezquita también. Aquella idea ecuménica de Juan XXIII y Juan Pablo I el breve se ha perdido. Sería hermoso un lugar mixto, sería además un avance humano ver cómo conviven varias religiones. La Iglesia no entiende nada de eso, sólo entiende de poder.

-Primero usted, luego Rosa Aguilar, ¿quién será el próximo que transite por la autopista al PSOE?

-De aquí al año que viene pueden pasar muchas cosas. No hay un panorama claro. Creo que IU presentará al actual alcalde Ocaña. El PP se ve muy crecido pero no pueden ganar sin hacer nada.

-¿Ha cambiado IU o han cambiado los que se fueron de allí?

-Es conceptual. El PCE de la Transición era un partido que evolucionaba. No era dogmático ni estalinista, se adecuaba a las circunstancias. Incluso Anguita vino a esa idea como también lo harían en el PCI. Esa línea política de izquierda transformadora no revolucionaria era lo que yo quería. Cambiar el sistema mediante la revolución no es posible. Esa línea de evolución se quiebra fundamentalmente en IU cuando se plantea si el PCE debe disolverse porque han entrado otros afiliados no comunistas a la organización. Ganó el sector más duro. Yo vi que hubo una involución. Eso fue lo que nos separó a Anguita y a mí, aunque después de un tiempo de distanciamiento hoy somos de nuevo buenos amigos.

¿Le gustaría volver a ser alcalde?

-Yo ya hice esa mili. Disfruté, sufrí y aprendí muchísimo.

-¿Qué tal ve a Rosa Aguilar encajada en el PSOE?

-No está en el PSOE, está en la Administración. Tiene experiencia, lo hará bien. Tiene mucho presupuesto, con obras ya muy planificadas, con bastantes retos, incluido la Ronda Norte de Córdoba. Le deseo suerte.

-¿Tendremos que vender Medina Azahar para superar la crisis al estilo de los que proponen que los griegos vendan alguna isla?

Tendrán que convencernos de que se avecina una etapa de austeridad. Las cosas no van a ser como antes. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. El batacazo ya está aquí. Debemos ser más austeros y solidarios. Debe acabarse el egoísmo de los acaparadores. Un nuevo modelo económico y social debe surgir.

-¿Hay alguna Virgen a la que le podamos rezar para que la ciudad salga de la cola económica del país?

-No es posible llevar la ciudad a Lourdes. Cada ciudad tiene su personalidad. Córdoba tiene una fuerte tradición agraria, es desconfiada y callada, lo que la hace una ciudad que se arriesga poco. Es muy conservadora y eso hace que estemos donde estamos. Aquí cuando alguien anuncia algo, como Cosmopoética por ejemplo, no se le da el valor suficiente. La cultura debe ser el eje de creación de riqueza en la ciudad. Nos haría menos miopes y más abiertos al mundo. En otros lugares te venden humo como si fuese algo especial.

-¿Esta ciudad va a contracorriente cuando se construyen carriles bici y el gobierno incita a comprar coches?

-Este ejemplo demuestra que no es suficiente. Sevilla tiene menos kilómetros y los ciclistas son más visibles. Las actuaciones de la administración deben ir acompañadas con la difusión. A veces no se consigue trascender. Seguimos por ejemplo viendo la bici como un signo de pobreza.

-¿Perol o taberna?

-Tertulia en taberna con una copa de Montilla.

-Con tanta corrupción política en los telediarios me acuerdo de una cita de Bukowski: "Éstas y otras cosas demuestran que el mundo gira sobre un eje podrido".

- Las noticias que venden son las del escándalo. Somos la herencia de El Caso, el periódico más leído en España antiguamente. En política venden más los insultos que la gestión. Muchas veces me tapo los oídos y cierro los ojos.

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