VIVIENDA

La isla desierta de Cortijo del cura

  • La crisis económica ha reducido la venta de construcción nueva en una de las zonas de expansión urbanística de la ciudad

Una zona de construcción nueva, bien comunicada con el Plan Renfe y dos centros comerciales, con múltiples servicios y comercios, amplias avenidas y jardines públicos... ¿Qué falta para que la estampa sea perfecta? Sólo una cosa: residentes. Los edificios aún en construcción del Cortijo del cura, entre avenida Cañito Bazán y carretera de Trassierra, ya padecen los efectos de la crisis. Como resume Antonio Pérez, residente en la zona “antes se compraba sobre plano; ahora se ven muchos carteles anunciando pisos-piloto”.

“No tengo vecinos”, afirma con un poso de tristeza Eva López, una de las compradoras de uno de los pisos del Cortijo del cura, al que se mudó recientemente. Su explicación es que “el aumento del paro” ha detenido la venta, dentro de la lógica según la cual al cortarse los ingresos se recortan los gastos. Su deseo es que después de Navidad “se mude más gente a la zona”. Según la responsable de ventas de una de las promotoras que construyen en el Cortijo del cura, será así. Asegura que el 90% de su promoción, que supera el centenar de viviendas, ya está vendido, aunque no especifica si esa venta se produjo antes o después de que la crisis se hiciera tangible en el poder adquisitivo de los ciudadanos. En todo caso, considera que la situación es más un producto de la “alarma social” mediática en torno a la situación económica que un efecto real del panorama financiero en el sector de la construcción. La realidad, en todo caso, es que la crisis –mediática o no– ha alterado el patrón de compra de vivienda. La inversión, que antes se realizaba casi con urgencia y sobre plano, para acogerse a una mejor oferta, ha pasado a ser un asunto que hay que tomarse con paciencia, en espera de un mejor momento económico individual y global. Que el informe del tercer trimestre de 2008 sobre el sector inmobiliario hecho público por el Ministerio de Vivienda esta semana señale que la venta de pisos ha decrecido más de un 44% en un año alimenta la esperanza de que, en aplicación de la ley de la oferta y la demanda, los precios de las viviendas desciendan. No obstante, el mismo informe señala que, a lo largo de 2008, los precios de las viviendas se incrementaron en un 4,6%.

Teorías económicas al margen, Silvia Pérez, que reside en la zona, no cree que la falta de residentes y compradores en el Cortijo del cura se pueda achacar a la crisis. Considera que “el elevado precio de las viviendas tiene mucho peso” –tal vez el definitivo– en el descenso de ventas de las nuevas construcciones. En todo caso sabe que la situación es eventual: “Se ha mudado mucha gente, y se mudará más, pero es evidente que la cosa se ha parado”.

Mientras tanto, el Cortijo del cura sigue esperando a que la crisis pase, o al menos se alivie, y pueda recibir a sus inquilinos. El barrio, que debía ser una de las zonas de expansión urbanística de la ciudad, se ha convertido en unasuerte de isla urbana repleta de comodidades y ventajas, pero desierta de habitantes.

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