El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamentos de Córdoba (SEIS) atendió hasta el 30 de junio un total de 2.456 emergencias, entre incendios, explosiones y rescates, una cifra que representa casi un aumento del 14% con respecto al acumulado del año anterior, cuando el dato se quedó en 2.160. Esta cifra tiene una lectura clara en un mes donde el concejal de Seguridad, Emilio Aumente, ha advertido de la "gravedad" en la falta de personal en la citada delegación. Y es que, además de policías, la merma en el cuerpo municipal de bomberos también es un hecho y lo seguirá siendo hasta el año que viene, cuando se vayan cumpliendo las jubilaciones previstas y la reposición sea prácticamente imposible. Fue el propio Aumente quien señaló directamente a la rigidez de las normas para contratar más personal para el SEIS, lo que podría poner "en jaque" la prestación de un servicio tan esencial como este.

Y es que, según lo contabilizado por el Ayuntamiento, se prevé que entre 2017 y 2018 se jubilen 31 bomberos (19 en este ejercicio y 12 en el que viene), lo que dejaría a la plantilla del SEIS con un total de 127 trabajadores más un oficial. En estos momentos, el personal está formado por 158 bomberos más el oficial. Estas jubilaciones y su falta de reposición se sumarán, por lo tanto, a las pérdidas de 2014, 2015 y 2016, donde la caída en trabajadores fue, concretamente, de 16 bomberos.

Aumente ha advertido de la "gravedad" de la situación y de que el servicio corre peligro

Aunque la cifra no pueda parecer alarmante hay datos que sí le aportan más gravedad y no son otros que los que demuestran la subida del número de intervenciones, siempre al alza. En este sentido, según fuentes municipales, en todas la áreas de atención donde el SEIS tiene potestad para actuar se han incrementado las intervenciones durante el último año, desde los incendios y las explosiones hasta los rescates, las asistencias técnicas y las salidas sin intervención.

Fue el área de asistencias técnicas donde más se incrementaron las salidas de los bomberos, que pasaron de 534 entre julio de 2015 y junio de 2016 a 693 justo un año después. Aquí se englobarían actuaciones en edificios de mal estado, inspecciones, inundaciones, control de vertidos, desconexión de alarmas, retiradas de árboles, aperturas de viviendas y otros retenes. En este caso, las atenciones técnicas subieron en un año casi un 30%.

Subieron además los despliegues para aquellas salidas sin intervención o las falsas alarmas, hasta un 21%, pasando de las 329 a las 397 contabilizadas hasta finales de junio de este mismo año.

En el caso de los incendios y las explosiones, el apartado que más intervenciones acumula, también se incrementaron la salidas del SEIS, más de un 6%. Los bomberos tuvieron que exigir 65 incendios más durante el último año que en el ejercicio anterior con una plantilla que ya se había visto mermada hasta alcanzar las 1.131 ayudas hasta junio. Los incendios en vía pública fueron los más numerosos, sumando hasta 430 en el último año ocurridos en contenedores, vehículos o papeleras; a estos les siguieron los que afectaron a vegetación, que sumaron 452 sofocos en pasto o rastrojo en el mismo periodo y las intervenciones en fuegos en edificios sumaron hasta 176 (aquí entrarían las actuaciones en viviendas, almacenes o instalaciones eléctricas, además de explosiones).

El aumento de las intervenciones y la caída de la plantilla preocupan al Ayuntamiento. Aumente ya advirtió hace unos días que "va a llegar un momento en el que se va a saturar y no hay otra fórmula que dejar de prestar servicios"; el servicio seguirá prestándose, añadió, aunque apostilló que "no sabemos cómo se podrá afrontar si entra en vigor el adelanto de la jubilación".