cooperación Un proyecto sanitario sin ánimo de lucro

Una franquicia solidaria

  • La Orden Trinitaria y la Fundación La Arruzafa construyen una clínica oftalmológica en una misión de Madagascar

Abrir una franquicia al otro lado del mundo es uno de los sueños de cualquier empresa. Pero si esa franquicia es sin ánimo de lucro y beneficia sanitariamente a más de 200.000 personas, el proyecto toma otra dimensión. La Orden Trinitaria y la Fundación La Arruzafa de Córdoba han materializado esta idea de carácter solidario en la Misión Católica de Tsiroanomandidy, Madagascar.

El proyecto, bautizado por los trinitarios malgaches como Clínica Oftalmológica La Arruzafa, cuenta en sus 250 metros cuadrados con una sala de consulta oftalmológica, dos de optometría, quirófano, reanimación, almacén, esterilización y farmacia, entre otras dependencias. Para ese primer empujón viajaron hasta el país insular situado en el océano Índico, el impulsor del proyecto, el médico y laico trinitario cordobés José Antonio Ramírez Nuño, y el presidente de la Fundación La Arruzafa, Juan Manuel Laborda, galardonado recientemente por la Organización Médica Colegial por "su vocación de servicio, su altruismo y generosidad, y su tarea en la formación de equipos quirúrgicos que han trabajado en proyectos humanitarios".

La Fundación La Arruzafa se ha encargado de aportar y supervisar la dotación del centro. Parte del instrumental y aparataje está aún llegando a la Isla Roja gracias a la solidaridad de sus socios y colaboradores. Ya están allí elementos como las mesas de quirófano, el sillón de cirujano y una lámpara de hendidura. Aunque la clínica ya atiende pacientes, estará completamente operativa en la próxima primavera, cuando un nuevo equipo de la Arruzafa viaje a este punto de África para seguir con las exploraciones e intervenciones oftalmológicas.

Estas instalaciones suponen una esperanza para más de 200.000 personas que sufren la precaria sanidad de la región. La clínica permitirá a la misión trinitaria organizar periódicas campañas médicas, no solo oftalmológicas, sin necesidad de contar con las instalaciones del gobierno en Tsiroanomandidy, evitando así la eterna burocracia que se genera. La Orden Trinitaria desarrolla en la isla una ardua labor de formación y ayuda humanitaria desde hace más de cincuenta años. Contando con ese soporte, la Fundación La Arruzafa ha podido participar en esta nueva acción social, en su afán de acercar la sanidad de calidad a los más necesitados del continente.

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