educación

La enseñanza compartida

  • Los colegios Antonio Gala, Pedagogo García Navarro y Maestro Enrique Asensi, en Puente Genil, se integran en la red de comunidad de aprendizaje

Alumnos siguen las explicaciones de una profesora en un colegio.

Alumnos siguen las explicaciones de una profesora en un colegio. / barrionuevo

Una Comunidad de Aprendizaje es un proyecto de transformación que desde los centros educativos y, a través del uso de ciertas herramientas, se dirige hacia el éxito escolar y, en el que el proceso de enseñanza-aprendizaje no recae exclusivamente en manos del profesorado, "sino que depende de la implicación conjunta del personal del centro y de diferentes sectores, como las familias, asociaciones y voluntariado". Su rasgo distintivo es ser "un centro abierto a todos los miembros de la comunidad en el que se contempla e integra, dentro de la jornada escolar, la participación consensuada y activa de las familias, asociaciones y voluntariado, tanto en los procesos de gestión del centro como en los del desarrollo del aprendizaje del alumnado". Ésta es la definición que ofrecen desde la Delegación de Educación sobre esta iniciativa, en la que tres colegios de Córdoba -Antonio Gala, Pedagogo García Navarro, en la capital, y el Maestro Enrique Asensi, en Puente Genil- están incluidos, tal y como ayer apareció publicado en el Boletín Oficial de la Junta (BOJA). Uno de los objetivos de este programa es "trabajar por el éxito escolar", a los que se suman la "mejora de la convivencia del centro", una "apuesta por el desarrollo de las capacidades y habilidades y destrezas" y la "mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje", según indican desde Educación.

Este proyecto surgió hace casi 40 años. En concreto, la primera Comunidad de Aprendizaje de España apareció en el barrio de La Verneda-Sant Martí de Barcelona en el año 1978. Su implantación llegó a Córdoba varias décadas después y no fue hasta el curso 2011-2010 cuando empezó a desarrollarse en el colegio Albolafia. Ahora son tres los centros de Infantil y Primaria de la provincia que forman parte de esta red, entre los que se encuentra el citado Antonio Gala, desde hace más de cinco años. Su directora, Isabel Bernal, explica a el Día que el proyecto se desarrolla sobre dos ejes. Uno de ellos son las "tertulias dialógicas". Se trata, anota la docente, de "una forma colectiva, en el que se hace un análisis de textos clásicos por sus mensajes". Así, los alumnos leen y comentan, gracias a este proyecto obras, siempre adaptadas a su edad, como Don Quijote de la Mancha, La Odisea o El Libro de la Selva. Otro de los puntales de este proyecto son "los grupos interactivos", detalla Bernal, quien añade que se trata de "un modelo de trabajo en grupo con el que se mejora el rendimiento del alumnado y en el que, además, participan voluntarios de diferentes asociaciones". En el caso del colegio Antonio Gala, ubicado en el barrio de Moreras, los voluntarios que participan en el proyecto son del Aula Mejor Escuela de la Universidad de Córdoba. Después de esta experiencia, Bernal hace un balance "bueno" del mismo, sobre todo, por "la implicación de las familias", que suele costar y porque, además, "se cuida la formación". Los proyectos se prolongan durante cuatro años y, pasado este tiempo se les evalúa para obtener la continuidad, tal y como ha pasado con los dos colegios de la capital, mientras que el de Puente Genil es la primera vez que lo obtiene.

Desde la Delegación de Educación insisten en que el proyecto de comunidades de aprendizaje "supone una práctica educativa transformadora, que tiene como finalidad la mejora de los resultados académicos y la mejora de la convivencia". Destacan también como efectivos beneficios "la apertura de la escuela, incluso de las aulas, a la participación de familiares, voluntariado y personas de la comunidad para conseguir el éxito escolar de todo el alumnado logra la confianza y conocimiento entre todos los sectores interesados en la acción educativa".

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