Córdoba

Una educadora con sensibilidad poética

  • Nieves López Pastor. Pasó su vida entre su ciudad natal, Cabra, y Villanueva del Arzobispo, donde se convirtió en toda una referencia cultural a finales de los año 40 del pasado siglo

Una educadora con sensibilidad poética

Una educadora con sensibilidad poética

Nieves López Pastor, conocida popularmente como doña Nieves, nació en Cabra el 8 de abril de 1901, hija de Antonio López Solas y María de la Sierra Pastor Aguilera. Ingresó en el colegio de las Madres Escolapias. Consiguió el Bachillerato en el Instituto de Cabra con excelentes notas. En Madrid, cursó por libre la Licenciatura en Derecho, pero entre 1926 y 1928 permaneció en la Residencia de Estudiantes, homóloga de la masculina, para matricularse en el Doctorado en Derecho. Éste fue el primer centro oficial creado en nuestro país para fomentar la educación superior de la mujer que, desde 1915, supuso un gran avance en la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Sólo cinco años antes se había levantado en España la restricción para que las mujeres pudieran ingresar oficialmente en todos los niveles de la educación.

Realizó también la Licenciatura de Filosofía y Letras en la sección de Historia y sus tesis fue La mujer en la obra de Séneca. Obtuvo el título de Taquigrafía en la Escuela Central de Madrid.

Llegó a Villanueva del Arzobispo (Jaén) sobre el año 1946 como bibliotecaria y junto a doña Reposo Urquía reorganizaron y ampliaron el fondo de la Biblioteca Municipal, en cuya tercera planta se encontraba una emisora de radio perteneciente a Cadena Azul, Radio Juventud de Villanueva del Arzobispo. En ella repasó los guiones de radio a Manuel Medina González (hoy abogado y escritor jiennense, que la recuerda con cariño en su libro autobiográfico, La conquista de la vida).

Impartió clases de Literatura, Arte y Filosofía en el colegio de Segunda Enseñanza de la localidad y preparatoria de PREU -estudiar aquí era una garantía de éxito-. Como católica confesa, ayudó a numerosos alumnos, con escasa economía, cuyas familias no podían comprar libros, ni pagar la cuota mensual del colegio de Segunda Enseñanza, sembrando para que pudieran iniciarse en los estudios y finalizar así una carrera. Su pensamiento era que en la vida no es la condición social, sino que el esfuerzo de cada uno te hace llegar donde te propones.

Canalizadora de la vida cultural y referencia en los logros culturales de los jóvenes, eran conocidas las tertulias que mantenía casi a diario en la pensión donde residía, que daban siempre para realizar cualquier obra de teatro o cualquier montaje literario de altura. Brilló y destacó por su saber en todas las materias, se le podía nombrar un autor y casi llegaba a dar una conferencia sobre él. Doña Nieves quedó a perpetuidad en los dichos populares del pueblo cuando alguien destaca por su inteligencia y se le decía que "sabes más que doña Nieves".

Destacó igualmente por su sensibilidad poética. En el año 1955, con motivo de la celebración por los Amigos de Juan Valera del cincuentenario de la muerte de este escritor, obtuvo el primer premio con el tema en prosa de ambiente cordobés Narraciones y un accésit en otro trabajo en verso. Sólo nueve mujeres han recibido el Premio Juan Valera desde su creación en 1933. También en su faceta historiadora, escribió una obra sin publicar: Aportación a una posible historia de Villanueva del Arzobispo. Larga es la publicación de poemas y obras de teatro, doña Jimena como La capa de San Martín, además de novela, cuentos, sonetos a casi todos los personajes de la obra de Valera y a infinidad de escritores de todas las épocas: Cervantes, Santa Teresa, Quevedo, Góngora, Machado… Algunos de ellos son Autos de nacimiento, Romance a la custodia de Baeza, La Virgen de la Sierra, La Virgen de la Fuensanta.

Colaboró en distintos periódicos -La Opinión y El Egabrense- y en varias revistas hispanoamericanas. Participó junto a otros poetas egabrenses (Juan Soca, Ángel Murillo o Antonio Luna) en el libro de poesía Ala al viento. Publicó en distintas revistas su poesía, como en Caracola, edición malagueña en 1966, y sus Fiestas Aracelitanas, en 1963, en el extraordinario de la revista lucentina Luceria, dirigido el decenario por José Morales Mellado.

Aún es recordada su figura, largo traje negro, pelo blanco, ojos azules, sus cigarrillos, sus cafés y tertulias también en al bar Segarra, su regreso a la pensión acompañada de los alumnos, que estudiaban Magisterio o Comercio por libre, junto a los de Bachillerato. Sobre todo, cabe destacar su gran humanidad, que le valió el cariño de todo un pueblo. Una de sus mayores alegrías fue su sencillo pero masivo homenaje, que se le tributó el 8 de septiembre de 1973 en el santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta.

Murió en Úbeda el 23 de marzo de 1978, un Jueves Santo. Existe en Villanueva del Arzobispo una asociación cultural con su nombre. En 1993 un pleno del Ayuntamiento acordó otorgar el nombre de licenciada Nieves López Pastor a una calle de nuevo trazado, cercana a la parroquia de San Andrés. Inaugurado en 1994 el nuevo instituto, lleva el nombre de Nieves López Pastor. En aquella velada, juntos los alcaldes de Cabra, José Calvo Poyato; de Villanueva, Constantino Arce Diéguez, y el cronista de la localidad, Manuel López, se hizo un recorrido por la vida de doña Nieves y se habló de un proyecto de publicar una selección de sus obras que no se llegó a realizar. Cabra y Villanueva del Arzobispo se encuentran unidos por la vida y obra de esta gran mujer.

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