Expectantes. Así están la mayoría de los profesores y directores de los centros educativos de la provincia ante la nueva Ley de Educación Andaluza (LEA), aprobada en el Parlamento el pasado día 21 de noviembre. El viceconsejero de Educación, Sebastián Cano, y la delegada del ramo en Córdoba, María Dolores Alonso, mantuvieron ayer una reunión con los directores de centros de enseñanza no universitaria para informarles de los contenidos de la nueva normativa, un encuentro en el que los docentes pudieron resolver algunas de sus dudas.

En líneas generales, los educadores confían en que la LEA resuelva los problemas educativos que arrastra la enseñanza y que se manifiesta en el grado de fracaso escolar, ya que Andalucía es una de las comunidades más afectadas de España. El director del colegio Santa Catalina, Manuel Toribio, explicó a el Día que "se trata de una ley que viene avalada por el consenso político y que esperamos que suponga un incentivo para mejorar la calidad de la enseñanza". Positivo también es el balance que hizo ayer el dirigente del centro Los Santos de la localidad de Lucena, Vicente Torres, quien apuntó a que "era necesaria una modificación en la normativa". Torres dijo que el profesorado "ahora se tiene que adaptar a los cambios y analizar la ley para sacarle partido".

Algunos directores se mostraron reticentes con respecto a las propuestas incluidas en la LEA, ya que consideraron que ofrece deficiencias en la oferta educativa o en infraestructuras como los comedores o residencias, según el director del Instituto de Educación Secundaria Duque de Rivas, Rafael Tapia.

En lo que sí coincidieron los profesores es en que la nueva normativa de educación busca un mayor reconocimiento de los docentes y también una mayor formación de los mismos, lo que "repercutirá en unos buenos resultados académicos para los alumnos". El objetivo último es reducir el elevado índice de fracaso escolar y de abandono de estudios antes de llegar a la etapa no obligatoria.