Córdoba

La docente que revolucionó la educación

  • Luisa Revuelta. Su pasión por la enseñanza, la razón esencial de su vida, la llevó a transformar, revisar y aplicar un método peculiar en el proceso de aprendizaje con el que exploraba y evaluaba

La docente que revolucionó  la educación

La docente que revolucionó la educación

Nacida el 26 de enero de 1905 en Santiago de Compostela, Luisa Revuelta estudió Filosofía y Letras, Sección de Historias y con algo más de 24 años era licenciada; se le expidió el título el 1 de mayo de 1929. Su expediente académico universitario es deslumbrante: en él se puede contar siete sobresalientes con matrícula de honor. Al año siguiente, en 1930, se presentó a las oposiciones de la Cátedra de Lengua y Literatura de institutos, en las que obtuvo votos, pero no la cátedra. Tres años más tarde, logró el número 26 de los encargados de curso-cursillistas de Lengua y Literatura Españolas y es estinada a Logroño.

En 1935 tomó posesión de la cátedra obtenida en Teruel por oposición con el número dos, turno de auxiliares, en donde además de la docencia desempeñó el cargo de secretaría. Cinco años más tarde fue adscrita provisionalmente en su condición de catedrática al Instituto de Enseñanza Media de Córdoba, del que tomó posesión el 9 de marzo de 1940 hasta que, en 1942, tras quedar sustanciado su expediente de depuración favorablemente, obtuvo por concurso de traslados la Cátedra de Lengua y Literatura del Instituto Séneca de Enseñanza Media de Córdoba. Enseñó Lengua y Literatura Española durante el franquismo, pues llegó a Córdoba prácticamente al acabarse la guerra civil y se jubiló unos meses antes de la muerte de Franco.

Hablar de Luisa Revuelta en Córdoba es hablar de una institución, por su fuerte personalidad y por cómo una mujer regía una cátedra en un instituto de provincias. Los alumnos temblaban ante ella hasta que descubrían su calidez. Mujer guapa, de porte erguido y paso firme, inteligente, y de metodologías revolucionarias para su época, hacía cosas que no eran las usuales en aquel tiempo. Su pasión por la enseñanza, la razón esencial de su vida, la llevó a revisar, transformar y aplicar un método peculiar en el proceso de enseñanza-aprendizaje con el que exploraba y evaluaba nuevas formas de aplicación de la literatura, como la enseñanza práctica. Para lograr este objetivo se servía del teatro, instrumento totalizador de la enseñanza lingüística y literaria, ya que entendía que con ello reforzaba la memoria, la expresión oral, la autoestima, el razonamiento discursivo y favorecía, por último, la ágil adquisición de conocimiento del alumnado.

Actividades que se llevaron a cabo tanto en lo referente a representaciones teatrales como a actuaciones en diversas fiestas de arte como extensión de la Cátedra de Literatura. En este extremo cabe aludir a la representación, en el teatro Marín de Teruel (1935), del auto sacramental La siega y, en el del Instituto de Córdoba (1944), la adaptación de la comedia La hermosa fea, ambas de Lope de Vega; fragmentos escenificados de obras cervantinas como Don Quijote en casa de los Duques, La gitanilla o La elección de los alcaldes de Daganzo, representadas en el Instituto de Córdoba el 23 de abril de 1947 con ocasión del IV Centenario de Cervantes; el paso El convidado, de Lope de Rueda, en el Instituto de Córdoba, 1943; Así oraba la Gran Reina, poema dramático del poeta cordobés Blanco Belmonte al que se le tributó una fiesta-homenaje en 1946.

Su labor investigadora anduvo pareja a la docente. Entre lo más selecto de sus obras, trabajos y conferencias, se encnentran: Caminos de España (Valencia, 1939); Las armas y las letras, Renacimiento de nuestros valores universitarios (Córdoba, 1943); y Como Palma de Cadex (Córdoba, 1947) o Concepto y metodología de la gramática, preceptiva literaria y literatura, que quedó inédita. Una obra que dejó sin publicar es Breves notas a la lengua de las comedias de Lope de Rueda. La Biblioteca de Clásicos Ebro dio a la luz su edición, con prólogo y notas, de Los pechos privilegiados, de Juan Ruiz de Alarcón (1946). Su erudición y conocimiento de nuestros clásicos se perciben a través de sus artículos, como en Valera estilista, Boletín de la Real Academia de Córdoba, nº 45, enero-junio 1946.

A pesar de su condición femenina, por su trayectoria docente e investigadora fue reconocida por la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, cuyos miembros la designaron académica correspondiente el 24 de marzo de 1945, siendo propuesta al año siguiente como académica electa numeraria, convirtiéndose así en una de las pocas mujeres que colaboraron activamente con esta institución y dieron a luz sus trabajos, en el boletín de la misma, en una época relativamente temprana (desde 1944 a 1957 aproximadamente). Luisa Revuelta se mantuvo a la vanguardia de la enseñanza cordobesa hasta su jubilación a los 70 años, en enero de 1975, entregando lo mejor de sí misma a la docencia y cultura cordobesa. Gran mujer de la que, desaparecida en 1983 a los setenta y ocho años, ya apenas queda eso, su nombre, que figura al frente del segundo centro de profesores inaugurado en Córdoba en la calle Doña Berenguela de Córdoba en 1996.

Luisa Revuelta y Revuelta, docente, investigadora y académica es el título de una obra publicada en 2016 por la Diputación y la Real Academia cordobesas, escrito por José Cosano Moyano, historiador y director de esta institución, y por el también académico y especialista en Literatura Antonio Cruz Casado. Homenaje a esta profesora, investigadora y académica, que entregó lo mejor de sí misma a la docencia durante más de 30 años en el hoy instituto de enseñanza Séneca.

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