Los divorcios cayeron en la provincia de Córdoba en 2016 por segundo año consecutivo, en esta ocasión esa caída fue de algo más del 9% respecto a 2015 -cuando se contabilizaron 1.622-. En 2016 fueron un total de 1.473. Todo ello después de que en años anteriores las rupturas matrimoniales se fueron disparando hasta encontrar su punto más elevado en 2014 -que cerró con 1.712 divorcios-. Fueron años de plena crisis económica en los que se hizo carne en muchas parejas el dicho de que cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que en el año 2016 Córdoba registró en total 1.588 rupturas matrimoniales, de las que 1.473 fueron divorcios y 115, separaciones. En el caso de las separaciones la cifra se mantiene algo pareja en los tres últimos años -en 2015 fueron 117 y 113 en 2014-, tras un 2013 en el que no pasaron del centenar -fueron 98-. Los 1.473 divorcios que se registraron en la provincia cordobesa a lo largo del pasado ejercicio indican que cada día se producen cuatro rupturas matrimoniales en la provincia-. El cambio metodológico en la elaboración de la estadística de divorcios, separaciones y nulidades matrimoniales del INE no permite ir más atrás en el tiempo para comparar cómo se ha portado este 2016 con las familias cordobesas.

Con lo que sí se puede comparar es con el número de matrimonios registrados en el mismo ejercicio. Los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que en el año 2016 oficializaron su relación 2.995 parejas en Córdoba, pero que a la vez se acabaron divorciando 1.473. Así que el censo de casados apenas sumó 1.522 matrimonios en la provincia cordobesa. Obviamente las parejas de recién casados no son las que suelen poner fin a su convivencia. De hecho, los datos del INE dejan claro que normalmente quienes toman esta decisión son cordobeses que tienen una relación de más de diez años a sus espaldas. De los 1.473 divorcios que se registraron en Córdoba a lo largo del pasado ejercicio, 987, un 67% del total, fueron entre matrimonios de más de una década de convivencia en común. En el caso de las separaciones el peso de las parejas longevas es todavía mayor, ya que representan un 84,3% del total. Como dato curioso, el pasado año no se separó en Córdoba ninguna pareja que llevara menos de dos años de matrimonio.

Y es que cuanto más nueva es la pareja, menos posibilidades tiene de romper su matrimonio. Así, a lo largo de 2016 apenas se registraron 444 divorcios de cordobeses que llevaban entre dos y nueve años de relación; mientras que únicamente hubo 46 rupturas de parejas con menos de dos años de matrimonio.

Estas cifras, y el hecho de que cada vez se retrase más la edad en la que se oficialice la relación ante la iglesia o la autoridad civil, explican el hecho de que el grueso de los divorcios se registren entre personas de edades comprendidas entre los 25 y los 44 años. Los divorcios jóvenes son muy inusuales -sólo hubo tres que involucraran a hombres menores de 24 años, una decena en el caso de las mujeres-; mientras que son bastante más comunes entre los 45 y los 64 años en el caso de los hombres, y entre los 25 y los 44 en el de las mujeres. Esto también está relacionado con la diferencia de edad entre los cónyuges, ya que en buena parte de los matrimonios el marido le saca algún que otro año a la esposa.

Otra de las características de los divorcios cordobeses es que buena parte de las parejas que toman la decisión de abandonar su vida en común no tienen ningún hijo a su cargo. Ese es el caso de 559 matrimonios rotos en 2016 (un 62% del total); aunque también son muy numerosos los matrimonios con más de dos hijos que optan por el divorcio: 521, un 35,3% del total. Además, hay 367 parejas cordobesas con un hijo menor que rompen su matrimonio; y otras 27 con un hijo mayor dependiente.

El retrato robot del matrimonio divorciado en la provincia de Córdoba, por tanto, es el de una pareja con más de diez años de relación, sin hijos a su cargo y de entre 25 y 64 años. Además, los datos del INE señalan que en la mayoría de los casos la decisión de divorciarse parte de los dos cónyuges, que interponen una demanda conjunta. Así ha sucedido en 913 de los casos, un 62,8% del total. En otros 380 ha sido la esposa la que ha dado el paso y presentado la demanda en los juzgados, mientras que en 159 ha sido una decisión del marido.