La provincia recibió durante el primer trimestre de este año a un total de 257.470 turistas. Este dato, publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), supone una caída del 0,4% con respecto al mismo periodo de 2016, donde el número de visitantes llegó hasta los 258.515. Este descenso se corresponde, en parte, con un retraso de la temporada alta turística cordobesa. Tomando como inicio de esa temporada alta la Semana Santa, hay que tener en cuenta que el año pasado arrancó en marzo y este ejercicio lo ha hecho en abril. De ahí que esta sea una de las razones por las que los datos turísticos no han ido al alza como, por otra parte, suelen hacerlo.

Según la misma estadística del INE, al caer los viajeros también lo hacen las pernoctaciones. En este caso, el número de noches contabilizadas entre enero y marzo de este año fueron 405.525, 20.379 menos que en el primer trimestre de 2016; es decir, que la caída ha sido de casi un 5%.

Y prácticamente todos los indicadores turísticos se comportan de la misma manera. Estancia media, número de establecimientos o grado de ocupación han ido a la baja durante los primeros meses de este año, donde se han sucedido además diversas cuestiones referidas al sector, como la creación del Instituto Municipal de Turismo (Imtur) o la preparación del primer encuentro provincial de la materia, que se celebró a principios de abril.

En cuanto a esos datos, la estancia media continúa como un lastre para el turismo cordobés. Si ya de por sí era baja en los primeros meses de 2016, aún más lo ha sido en los de este año. Teniendo en cuenta solo marzo, último mes contabilizado, el INE apunta que la estancia media del turista en Córdoba fue de 1,55, mientras que en el mismo mes del año pasado estaba en 1,69, por lo que ha caído más de un 8%. Haciendo la media de los tres primeros meses, esa estancia se queda en 1,58 días, por los 1,64 del año pasado, es decir, el descenso ha sido de un 3,7%. Queda claro que los días que pasa un turista en Córdoba es uno de los mayores retos que tienen los agentes turísticos. Eso sí, este reto es el mismo desde hace mucho tiempo y aún no se ha conseguido abordar con éxito. La falta de oferta nocturna conlleva estos datos negativos que sitúan a Córdoba muy por detrás de sus principales competidoras, como pueden ser Granada o Sevilla, donde la estancia media durante marzo fue de 1,94 y 1,89, respectivamente.

Por otro lado, el número de establecimientos hoteleros con los que cuenta Córdoba también ha descendido. La falta de más infraestructuras turísticas, en este caso de hoteles, también es una de las principales carencias de un sector que apunta a la necesidad de crear más establecimientos de cuatro y cinco estrellas, dirigidos a un público con mayor poder adquisitivo. Según el INE, en marzo de este año había siete establecimientos hoteleros menos que el año pasado, un total de 199, lo que también se ha traducido en un descenso de las habitaciones en un 1,16% (son 5.701) y de las plazas un 0,87%; actualmente el dato se sitúa en un total de 11.207 plazas.

Al haber menos hoteles también hay menos personal empleado, casi 80 trabajadores menos que en marzo del año pasado. Y la ocupación, como consecuencia de todo eso, también se vio resentida. En este sentido, en marzo de este año el grado de ocupación se situó en un 45,26%, mientras que en 2016 ese porcentaje rozaba el 51%.

Aun representando datos muy negativos, la encuesta mensual del INE sobre el turismo también puede verse desde otra postura. Y es que, según las cifras, Córdoba fue una de las provincias andaluzas donde menos cayeron los visitantes en el primer trimestre. Tan solo una provincia, Sevilla, consiguió datos positivos (con una subida del 3,6%), mientras que el resto de territorios fueron a la baja dejando en Andalucía una caída de más del 2%.