Igualdad, justicia, libertad o democracia. Valores que inspiran la vida de los españoles desde hace 30 años y que tras el mazazo perpetrado por ETA el pasado miércoles adquieren más sentido que nunca. La tiranía de la banda armada no encuentra hueco en la Carta Magna, por ello la Subdelegación del Gobierno apeló ayer a una "unión rotunda" de todas las fuerzas de los demócratas frente a la barbarie terrorista con el fin de evitar que se deterioren los esfuerzos de la democracia.

La dictadura dio paso a una transición tan compleja como ejemplar, responsable de la transformación y la modernización de este país. La conmemoración ayer del 30 aniversario de la Constitución comenzó con cinco minutos de silencio por la muerte de Ignacio Uría, un constructor del AVE del País Vasco que fue abatido a tiros en las inmediaciones de un restaurante de Azpeitia.

El solemne acto congregó a los principales representantes de la sociedad cordobesa, entre los que destacaban la alcaldesa, Rosa Aguilar; la delegada del Gobierno andaluz, Isabel Ambrosio; el comisario jefe, José Antonio de la Rosa; el presidente de la Diputación, Francisco Pulido; el teniente coronel de la Guardia Civil, José Ignacio Criado; el fiscal jefe, José Antonio Martín-Caro, o el presidente de Cajasur, Santiago Gómez Sierra. La Subdelegación destacó que el texto aprobado el 6 de diciembre de 1978 ha permitido "desarrollar" derechos de segunda generación y "sentar las bases" para el despegue económico y social del país.

Debido a la delicada situación económica que azota el sistema actual, la celebración de ayer tuvo un matiz reivindicativo. Tal y como reconoció la propia Sudelegación "es el momento de resucitar el consenso que reinó durante la primera etapa de la democracia, para conseguir entre todos encontrar el camino hacia la recuperación económica y un nuevo impulso para el desarrollo de nuestra sociedad".

Tras la concentración silenciosa de condena al atentado terrorista, la Subdelegación entregó a 13 colectivos e instituciones la bandera constitucional que han solicitado a lo largo del año. También se distinguió a los miembros del Grupo Cántico Pablo García Baena y Ginés Liébana, y al director de Proyecto Hombre, el padre Lázaro, por su contribución a la defensa de los valores constitucionales. García Baena subrayó el "cambio tremendo" que ha supuesto para "vivir y compartir el respeto entre todos" y el responsable del centro de desintoxicación de drogas mostró su "felicidad" por esta distinción, sobre todo "cuando no te la esperas", y añadió que ello significa que estamos haciendo las cosas "bien". Por su parte, el agente Rafael Turrado obtuvo una medalla al mérito policial por salvar a una mujer que pretendía quitarse la vida arrojándose al río Guadalquivir. Se considera que superó "con creces" el servicio máximo exigido.