Fue en 2013 cuando se empezó a hablar de recuperación económica. Varios datos apoyaban la previsión: bajaba el paro, subía la adquisición de viviendas y el Índice de Precios al Consumo (IPC) no se desplomaba ya de la misma forma en la que lo hacía durante la crisis. Si hay un índice que también sirve para apoyar esta idea es el de confianza empresarial, es decir, el optimismo, o la falta del mismo, acerca de cómo ve el tejido productivo el devenir de la economía. Según esta variable, publicada por el Instituto Andaluz de Estadística y Cartografía, la confianza de los empresarios en un panorama favorable crece para el próximo trimestre del año, en comparación con el que acaba de concluir.

Mientras que los empresarios que estimaban que la situación podía mejorar entre enero y marzo era el 21,05% de los consultados, los que creen que así será entre abril y junio escala hasta el 21,93%. Por otra parte es menor el porcentaje de aquellos empresarios que se muestran convencidos de que el próximo trimestre será peor para sus negocios que este -el 19,35%- respecto a los que vaticinaron malos tiempos para sus negocios entre los pasados enero y marzo -el 25,81%-. Esta estadística se elabora desde 2013 de forma trimestral, es decir, hay cuatro cada año. De las 21 veces que ha sido publicada, tan sólo en cuatro ocasiones más, sumadas a las del actual periodo, la previsión favorable superaba a la desfavorable y todas son bastantes recientes. Se trata de las encuestas correspondientes al periodo que comprende desde finales de 2015 a esta parte. Si se observa el resto de las consultas, se aprecian diferencias abismales. Por ejemplo, los empresarios que creían que el segundo trimestre de 2013 iba a ser bueno eran el 8,26%, los que tenían claro que la cosa iría a peor, es decir, que la situación sería desfavorable, era más del 60%.

En lo que respecta a Andalucía, el Indicador de Confianza (ICEA) Empresarial Armonizado ha subido un 0,4% en el segundo trimestre de este año respecto al trimestre a anterior. A nivel nacional, el ICEA subió también un 0,4% en el segundo trimestre de este año respecto al trimestre anterior, tras dos trimestres consecutivos de retrocesos. El repunte de la confianza en el segundo trimestre se debe a la mejora del indicador de expectativas respecto al trimestre anterior. En concreto, el balance de expectativas (diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y los pesimistas) se situó en +10,7 puntos, por debajo de los +1,9 puntos del trimestre anterior. Esto se debe a que el porcentaje de establecimientos empresariales que piensan que la marcha de su negocio será favorable entre abril y junio de este año se ha situado en el 23,5%, cifra superior a la del trimestre anterior (19,6%).