La compraventa de vivienda volvió a registrar durante 2017 un incremento en las transacciones tras hacerlo también los dos ejercicios anteriores. En este caso, y según el informe de transmisiones de la propiedad publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el año pasado se registraron un total de 5.722 operaciones de compraventa de vivienda, un dato un 19,3% más alto que el año anterior, cuando se quedó en 4.796, el mayor porcentaje de subida de ese trienio al alza. Aunque de momento el mercado inmobiliario se mantiene muy alejado de las cifras registradas en los años previos a la crisis, en 2007, por ejemplo, estas operaciones sumaron más de 11.000, se percibe una recuperación palatina ya lejos de esos peores ejercicios, como 2012, cuando el dato no llegó a 4.000.

Aunque se nota cierta recuperación en la nueva promoción, la segunda mano continúa llevándose la palma en estas transacciones y representa más del 86% de toda la compraventa, por el 14% de la vivienda a estrenar. De esos más de 5.700 inmuebles registrados durante el año pasado por el INE, hasta 4.928 habían tenido un dueño previo, mientras que 794 eran nuevos. Eso sí, teniendo siempre en cuenta que vivienda usada se denominada a aquella que tiene más de dos años de antigüedad, por lo que dentro de ese apartado puede haber pisos que aún no han sido habitados. Ese inicio de recuperación en la nueva promoción se percibe además en el hecho de que las transacciones donde se ven implicadas estas viviendas subieron durante 2017 casi un 16%.

En cuanto al régimen de esos inmuebles, la VPO subió algo más del 16%, pero sigue representando un porcentaje mucho menor que el que se registra en vivienda libre. En este caso, sólo 674 operaciones de compraventa de las registradas el año pasado estuvieron relacionadas con inmuebles de protección oficial, mientras que más de 5.000 eran de régimen libre, representando este último más del 88% de todas esas operaciones.

Aun así, como ya se ha dicho, el mercado inmobiliario vive momentos positivos con esos tres años de subidas encadenadas después de registrar muchos altibajos en los peores años de la crisis, sobre todo entre 2012 y 2014. De momento, y a día de hoy, se siguen comprando un 48% menos de vivienda que hace diez años fruto, sobre todo, de un nivel adquisitivo mucho menor y de la poca disponibilidad de los bancos a ofrecer créditos inmobiliarios con la misma facilidad que antes.