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Un baño de realidad

  • Municipal. La intervención de los vecinos de Las Palmeras en el Pleno del martes fijó por un momento la mirada política en un asunto que está ahí aunque no se le preste la suficiente atención

Vecinos de las Palmeras, el martes en el Pleno.

Vecinos de las Palmeras, el martes en el Pleno. / juan ayala

De las muchas críticas que sufre el periodismo en estos tiempos que corren siempre he asumido una como cierta, la del distanciamiento que, de manera paralela a los políticos, hubo en algunos momentos de la gente. La política marcaba -lo sigue haciendo- la agenda de los medios y a veces no prestamos atención, sálvese quien pueda, a lo importante. Pero al final la realidad se abre paso y no se puede ocultar ni callar y debemos ser los portavoces de ella. En este periódico, durante el último año se ha dado cuenta de todo el proceso del Plan Integral de Las Palmeras, desde el inicio hasta su elaboración, su contenido y el proceso de buscar apoyos entre los partidos del Ayuntamiento. Todo ese trámite parece que llegó al final -o al principio- el martes en el Pleno correspondiente al mes de enero, cuando toda la corporación hizo suyo un proyecto que arranca con 50.000 euros.

Las Palmeras es un barrio empoderado que ha sacado las vergüenzas a los políticos trasladando una realidad de la que parece que somos totalmente ajenos. Ellos han cogido las riendas cansados de tanta foto y han elaborado su propio plan para que el barrio pueda mirar al futuro. Lo que no han hecho las administraciones lo han hecho ellos y sólo han pedido ayuda para poder llevarlo a cabo. ¿La conseguirán? Está claro que desde aquí estaremos muy atentos y pendientes del recorrido de este plan.

La utilidad de los Plenos lleva en entredicho mucho; ahora al menos, el tiempo se limita

El martes tres de sus vecinos intervinieron en el Pleno para alzar su voz y decir frases tan tremendas como que quieren demostrar que los habitantes e Palmeras "somos gente normal". Un joven de 22 años explicó en una carta leída por Antonio Rodríguez Chache -un símbolo de la barriada- que la orientadora laboral "me recomendó que no pusiera mi dirección en el currículum si quería encontrar trabajo". Este joven hizo un curso de Animador Sociocultural y ahora está trabajando en una cadena de comida rápida. "Pero yo soy una excepción, porque muchos jóvenes no tienen la oportunidad de estudiar" y su futuro es muy negro. Un 70% de tasa de paro asola al barrio, donde las mujeres lo tienen aún peor. No hace mucho que también se conoció el demoledor estudio en el que el Distrito Sur aparece como uno de los cinco más pobres de España. Nadie dijo nada al respecto, sólo pasados unos días cuando las preguntas fueron inevitables.

Durante la última semana una familia acampa en la puerta del Ayuntamiento porque pide una vivienda social ya que su desahucio está señalado para el mes que viene. Ahora mismo viven en un piso ocupado. Se trata de un baño de realidad que le cambia la perspectiva a más de uno.

En el Pleno del martes se escucharon muchos debates, todos más o menos importantes, pero al menos para mí mereció la pena por escuchar a los vecinos de Palmeras, que han logrado el apoyo a su plan, aunque ahora habrá que ver en qué queda. Hace mucho tiempo que se habla de un cambio del reglamento para modificar las dinámicas de los Plenos, que siguen siendo en su mayoría sesiones inútiles en la práctica de la vida de los cordobeses y más bien oportunidades de lucimiento de los concejales -otra vez sálvese quien pueda- y de realizar mítines en función del periodo electoral que sea. Con la limitación del tiempo se consiguió algo -hace poco había insufribles plenos de hasta ocho horas- pero todavía se pueden dar más pasos. ¿Qué seguimiento se hace a las mociones que se aprueban? ¿Y las preguntas y los ruegos? ¿Se contestan? ¿Se da cuenta a los ciudadanos? ¿A los medios, que somos el enlace?

De vez en cuando los Plenos, como el del martes, sirven para algo. Sirven para darnos todos un baño de realidad y centrar la agenda, a veces tan dispersa y pendiente de lo político. Pero claro, ya se sabe que este es año preelectoral y esto es lo que nos espera.

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