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La ansiedad, a raya en la UCO

  • La Unidad de Atención Psicológica de la institución ofrece apoyo a alumnado, personal laboral y profesores

  • El 54% de los casos son por angustia y problemas de relaciones familiares

La ansiedad,  a raya en la UCO

La ansiedad, a raya en la UCO

Llegar a la Universidad puede suponer para muchos alumnos un cambio total de vida. Del instituto o del colegio se accede a un nuevo mundo de estudios superiores tras los que se aspira a entrar en el mercado laboral y en el que muchos estudiantes, además, tienen que salir de su casa, dejar a la familia y vivir en una ciudad diferente. Una etapa que para muchos puede resultar dorada, por aquello de la plena libertad que se adquiere, el cambio de residencia, la llegada de nuevas amistades... Un sinfín de nuevas experiencias que pueden marcar a muchos alumnos de manera positiva y de la que casi siempre se tienen los mejores recuerdos de juventud.

Pero iniciarse en el mundo universitario también conlleva una serie de nuevos hábitos, deberes y también obligaciones, que pueden provocar y generar situaciones de estrés y ansiedad e, incluso, depresión entre los estudiantes que no pueden afrontar todos estos cambios de una manera normalizada o que se ven superados por los nuevos retos a los que tienen que hacer frente. Pues bien, consciente de esta situación la Universidad de Córdoba (UCO) cuenta con la Unidad de Atención Psicológica (UNAP). Se trata de un programa específico incluido en el Servicio de Atención a la Diversidad (SAD) y del que también forma parte la Unidad de Educación Inclusiva. Esta última ofrece adaptación de material a los alumnos que lo necesiten y que tengan algún tipo de discapacidad, además de un intérprete de lengua de signos para que puedan seguir las clases o transporte adaptado o desarrollo de cursos de formación, entre otros. La integración de ambos servicios se llevó a cabo hace ahora un año, aunque la UCO ya prestaba este apoyo a su alumnado y resto de integrantes de la institución académica con anterioridad. Es más, será el próximo 17 de marzo cuando el Servicio de Atención a la Diversidad -que depende del Vicerrectorado de Vida Universitaria y Responsabilidad Social- se presente de manera oficial y se de a conocer su programación.

El director de la UNAP es, desde hace un año, Francisco Alós, psicólogo y profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UCO. La unidad atiende a alumnos, profesores y personal de administración y servicios de la institución académica. Y, al igual que en gran parte de la sociedad española, es la ansiedad el problema principal al que se enfrentan sus responsables, que son 11 psicólogos; de ellos, una amplia mayoría, además de la licenciatura en Psicología, tiene el título de doctor (92%) y el 100% son profesores de la UCO. "Cualquier persona que tenga vinculación con la Universidad tiene derecho a este servicio que, además, es gratuito", anota. No obstante, este servicio pretende dar también formación práctica en el ámbito psicológico a los estudiantes.

En la unidad, según los datos aportados por Alós, colaboran estos psicólogos, que proporcionan atención a los usuarios que lo solicitan. A lo largo del pasado curso académico fueron 38 las personas que acudieron, de los que el 83% fueron estudiantes, el 9% miembros del personal de administración y servicios y un 8% de personal docente investigador. Los motivos de las demandas de intervención psicológica en el seno de la UCO son heterogéneos, si bien, según Alós, se observa una prevalencia de casos relativos a alteraciones emocionales. Así, el 54% de los casos que atienden son por ansiedad y problemas de relaciones familiares, mientras que un 17% se debe a problemas en los estudios.

Por el contrario, anota, existe una menor demanda para otros problemas, como el tabaquismo (4%) o problemas laborales (4%). Este balance de la unidad facilitado por Alós -correspondiente al pasado ejercicio- incide en que la atención psicológica que desarrolla la unidad es de carácter gratuito y destaca el ahorro que supone para las personas que acuden a ella.

"Tratamos una gran variedad de problemas, pero la ansiedad es el mayoritario", insiste Alós, quien reconoce que los picos de atención llegan normalmente en época de exámenes entre el alumnado. Otro de los aspectos que destaca el profesor es el hecho de que esta ansiedad aparece con más frecuencia entre los estudiantes que tienen "asignaturas de años anteriores, esas que se quedan atrancadas". Por ello, además de atención de carácter psicológico, desde la unidad también ofrecen técnicas de estudio y enseñan al alumnado cómo analizar la materia a estudiar. La depresión también se cuela entre la comunidad universitaria y es otro de los focos de atención de esta unidad. Al respecto, Alós considera que al final "todo lo que te encuentras en la vida, también aparece aquí porque somos una sociedad de 17.000 personas". Otro reflejo de la vida que se repite en la institución académica, anota, es el hecho de que atienden a más mujeres que hombres, puesto que la presencia femenina en la UCO es mayor que la masculina. Y aunque pudiera parece algo posible, no existe un perfil determinado de personas que acudan a esta unidad, ya que es muy variable.

Sin embargo, según Alós, existe una diversidad de ámbitos en los que los diferentes colaboradores de la unidad manifiestan tener conocimientos prácticos/teóricos que "les capacitan para atender a usuarios que demanden intervención psicológica". Entre sus especializaciones, continúa, destacan las competencias para atender casos de alteraciones emocionales y problemas en el estudio, por delante, de otras especialidades bastante más específicas, como por ejemplo adicciones o atención en emergencias psicológicas. Entre todos estos problemas que intentan resolver desde este servicio, el responsable de la misma informa de que uno de los peores episodios a los que tuvieron que hacer frente fue al intento de suicidio de un alumno, del que no puede ofrecer más datos.

El responsable de la unidad también aleja esa idea de que la época universitaria es la "mejor etapa de la vida" y, a su juicio, se trata "del mito del estudiante". No en vano, a los 15 años puede parecer lo mejor del mundo irse a la Universidad, cambiar de vida y de domicilio, pero acceder a ella también genera una contraprestación. "El estudio es muy exigente y genera tensión y estrés", anota Alós, quien distingue dos tipos de alumnos: "Los que estudian poco y los que estudian por exceso y se agobian, quienes además tienen un nivel de exigencia muy alto o extremo".

Pues bien, para evitar esta situación y corregirla, la unidad ofrece sus servicios en la Facultad de Ciencias de la Educación. Es el alumno, el profesor o trabajador de la UCO el que solicita en primer lugar la atención y, tras este primer encuentro, se hace un estudio y se asigna a un terapeuta. "Cuando se acude a la unidad es porque la persona lo ha intentado por su cuenta y no ha podido mejorar", señala. El trabajo con cada persona es de manera individualizada y, al cabo del año, se programan alrededor de ocho sesiones, "aunque es a la carta", apunta Alós. Hasta la fecha, en la unidad tienen "buenos resultados y hay un número importante de altas", subraya, al tiempo que reconoce que hay "pocos abandonos". No obstante, desde la unidad también se hace un seguimiento de los casos si así se requiere.

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