Insumos

Los agricultores denuncian que el mercado de los fertilizantes condenará a sufrir más costes

  • Los productores y las cooperativas insiste en que el reglamento que proyecta la CE "no genera ninguna ventaja adicional"

Cultivo de cereal en la provincia.

Cultivo de cereal en la provincia. / el día

Los fertilizantes son un insumo básico para las producciones agrícolas. Los abonos minerales suponen en torno al 30% de los costes variables de todos los sectores agrícolas, pero ese porcentaje puede alcanzar hasta el 40% en el caso de los cereales y el 45% en el de las oleaginosas. Sin abonos no hay posibilidades de mantener una producción de materias primas de calidad y, además, constituyen el único medio realmente eficaz para incrementar los rendimientos. Desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) recuerdan que recientemente las autoridades europeas han aprobado una propuesta de reglamento por el que establecen disposiciones relativas a la comercialización de los productos fertilizantes con etiquetado CE, modificando la situación previamente existente, regulada desde el año 2003. "Esta propuesta de reglamento pretende ordenar el mercado interior para los abonos orgánicos, los abonos orgánico-minerales, las enmiendas calizas, los medios de cultivo, los aditivos agronómicos, los bioestimulantes de las plantas y las mezclas de productos fertilizantes. Hasta este momento, únicamente los abonos minerales estaban cubiertos por la legislación europea", insisten desde la organización agraria.

Desde UPA destacan que "el nuevo escenario genera serias dudas en todo el sector agrario, ya que se considera que se aumentarán las cargas normativas y se provocará un incremento de los costes, sin generar ninguna ventaja adicional para los productores. Como ocurre en casi todas estas ocasiones, el reglamento complica enormemente el trabajo en las explotaciones agrarias, establece categorías cada vez más complejas y genera costes adicionales a las explotaciones, sin proporcionar ningún incentivo", sentencian.

Desde UPA apuntan que el Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias (COPA) y la Confederación General de Cooperativas Agrarias (Cogeca) han efectuado toda una serie de propuestas que recogen las demandas y las prioridades de los productores de materias primas. "UPA ha participado en la definición de esas propuestas y hace suyas sus principales conclusiones. La importancia de las cuestiones debatidas para el futuro del mundo rural en su conjunto justifica, sin duda, que todos conozcamos los términos de la polémica y los contenidos de las propuestas que las organizaciones representativas de los agricultores y los ganaderos mantienen en el debate", puntualizan desde la organización agraria. Desde UPA recuerdan que a propuesta de reglamento que pretende regular el mercado europeo de fertilizantes fue presentada en marzo de 2016 por la CE y se basaba en la evaluación del anterior reglamento, cuyas conclusiones señalaban que una parte importante del mercado de fertilizantes había quedado fuera de la regulación, básicamente fertilizantes orgánicos y enmiendas calizas, y que las modificaciones para adaptarse al progreso técnico eran lentas, lo que dificultaba la innovación. El nuevo reglamento se enmarca en lo que la CE denomina la "economía circular", en la que se pretende cambiar un modelo lineal definido como una cadena cuyos eslabones son "tomar-fabricar- consumir-desechar", para pasar a un modelo circular, donde se mantenga a lo largo de toda la cadena el valor de los materiales y la energía empleados en la elaboración de los productos mediante una duración óptima, a la vez que se minimizan los residuos y el uso de recursos.

En el COPA-Cogeca hay preocupación por los posibles efectos del reglamento en el mercado de los abonos minerales, "que son insumos esenciales para las explotaciones, tanto en costes de producción como de calidad, porque la creación de categorías funcionales de productos aumentará la carga normativa y los costes para los agricultores". La organización agraria defiende que la declaración y el etiquetado de la solubilidad de los fosfatos y de las formas de nitrógeno han de mantenerse para los abonos minerales, "dado que la solubilidad se refiere tanto a la facilidad de disolución de los nutrientes en las aguas superficiales como a la facilidad de absorción de los nutrientes por las plantas". Añade que "se deplora la falta de incentivos para respaldar la economía circular mediante el uso de los efluentes de la cría e insiste en que "los abonos orgánicos de origen no agrícola con el marcado CE podrían competir con los abonos orgánicos de granja, lo que podría complicar aún más la transferencia de estiércol animal de las explotaciones con excedentes a las explotaciones deficitarias en materias orgánicas".

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