Meteorología

Los agricultores alertan de las "consecuencias desastrosas" que sufre el campo por la sequía

  • Organizaciones como Asaja demandan más regadío para la provincia ante la situación de falta de precipitaciones

Un agricultor muestra en su mano derecha cebada afectada por la sequía y sin efectos de la sequía en la izquierda.

Un agricultor muestra en su mano derecha cebada afectada por la sequía y sin efectos de la sequía en la izquierda. / EFE

Mientras meteorólogos, turistas y empresarios de la hostelería en general se vanagloriaban del "magnífico tiempo" de las últimas semanas, agricultores y ganaderos han seguido mirando al cielo con gran preocupación, según insisten desde la organización agraria UPA. "Tanto el invierno como el inicio de la primavera han sido excepcionalmente secos y calurosos, lo que está arruinando cosechas y provocando graves problemas en muchas zonas y sectores. UPA ha pedido la convocatoria urgente de la Mesa de la Sequía", destacan desde la organización agraria. Otro colectivo de agricultores, Asaja Córdoba, ha demandado por boca de su presidente, Ignacio Fernández de Mesa, la necesidad de que se implanten más regadíos en el campo cordobés, especialmente en cultivos como el olivar. Para Fernández de Mesa, "no es lógico ni razonable que siendo Córdoba la provincia que más agua almacena, tenga menos superficie de regadío que las provincias limítrofes".

Por ejemplo, Córdoba cuenta sólo con 121.294 hectáreas de regadío (de las cuales sólo 50.332 hectáreas son de olivar), frente a las 292.218 de Jaén (261.140 hectáreas de olivar) y las 306.809 hectáreas de Sevilla (87.296 hectáreas de olivar), tal y como recuerda. "De este modo, si se establece una comparativa entre las tres provincias relacionando ambos porcentajes en una tabla, se comprueba la asimetría existente para Córdoba en cuanto a capacidad de agua embalsada y superficie de riego existente en la provincia", relata Fernández de Mesa, quien lamenta "la infradotación de superficie de regadío en la provincia de Córdoba respecto a las otras dos provincias en función a la capacidad de embalse de agua que presenta cada una de ellas".

El presidente provincial de Asaja destaca que siendo Córdoba la segunda provincia en superficie olivarera de Andalucía, y la que más agua almacena, "es necesario y de justicia que las administraciones autoricen la conversión de olivar de secano en riego fundamentalmente, ya que se trata del cultivo que más empleo genera, el que más incrementa la riqueza en las zonas rurales, y todo ello consumiendo mucha menos agua". "A todo ello, hay que sumar que no es de recibo que siga paralizada la ampliación del Genil-Cabra, o que se siga teniendo sin ayudas para modernización a los riegos con toma directa del Guadalquivir", añade.

Y alerta por los problemas que está provocando la climatología en el campo, en el caso del trigo, no se va a terminar su ciclo de producción, por lo que "el resultado será una mala cosecha con gravísimas pérdidas económicas para el agricultor", teniendo en cuenta que todos los costes en la producción ya están realizados y el resultado va a ser que no va a haber cosecha. Por otra parte, "el estado del girasol depende de si llueve en los próximos días; mientras que el olivar se encuentra en plena floración y, debido a la escasez de lluvia en los últimos meses, las consecuencias pueden ser fatales para la próxima campaña de aceite con una reducción notable de la producción", anota. En cuanto a la ganadería, Fernández de Mesa explica que la falta de agua puede ocasionar una falta de abastecimiento para el ganado y, debido también a las altas temperaturas, existe escasez de pasto para los animales, lo que, igualmente, supondrá un incremento económico para los costes ganaderos". Asimismo, existe una preocupación por la bajada del volumen de agua embalsada, lo que puede suponer también restricciones en las explotaciones agroganaderas", puntualiza.

En el caso de UPA, esta organización agraria sostiene también que "con un 25% menos de precipitaciones que un año normal, los herbáceos de secano de invierno, el olivar y los pastos están en peligro". Además, relata que "el cereal está espigando y es cuando más agua necesita. Las altas temperaturas y los fuertes vientos tampoco están ayudando. El olivar está en floración y para el cuajado de los frutos hace falta que llueva en los próximos 15 días. La dehesa está pendiente de un hilo, aunque los animales siguen pastando por el momento". Por todo ello, desde Asaja Córdoba mantienen que si en los próximos 15 días no se producen lluvias suficientes que paliasen la situación actual, "los daños pasarán a ser muy preocupantes para el sector con pérdidas económicas a las que difícilmente el agricultor podrá hacerle frente".

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