Córdoba

El acusado por el crimen de Rute pide perdón a la familia de la joven

  • El presunto cómplice dice que es inocente y niega que le dejara el arma a su amigo

El acusado de disparar a su exnovia por la espalda con una escopeta de caza, Manuel G. R., aseguró ayer ante el juez y el jurado popular que se siente muy arrepentido por lo que hizo y que no sabe lo que le pasó. Incluso, aprovechó la última sesión del juicio oral que se sigue contra él por estos hechos, ocurridos en Rute en 2006, para pedir perdón a la familia de la joven Carmen Romero, que falleció tres años después, así como a sus propios familiares por todo el daño que les haya provocado.

"Estoy muy arrepentido, no sé cómo me pasó eso. Le pido perdón a ella, a su familia y a la mía", declaró entre sollozos y lágrimas ante el titular de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba. Del mismo modo, el acusado como cooperador necesario, Manuel R. C., aprovechó su turno en la última sesión del juicio, que ya ha quedado visto para el veredicto del jurado, para insistir en su inocencia. "Pido perdón, pero juro que yo no le di la escopeta ni sabía lo que iba a hacer con mi arma. Si yo hubiera sospechado eso esa muchacha estaría ahora viva", declaró.

El fiscal y las cuatro acusaciones, por su parte, consideraron que ha quedado probado durante la celebración de la vista oral que el principal acusado Manuel G. R. disparó a su exnovia, Carmen Romero, con la intención de acabar con su vida y con alevosía, ya que la víctima no pudo defenderse del ataque. El fiscal delegado de Violencia de Género, Borja Jiménez, insistió en que el presunto autor de los hechos disparó a la joven en la parte central de su cuerpo y que las lesiones que le provocaron las balas es la causa directa de su muerte tres años después de los hechos. Asimismo, el Ministerio Público rechazó que el acusado actuara fuera de sí al pensar que su exnovia había comenzado una relación sentimental con otro chico, puesto que "lo tenía todo preparado". Además, reiteró que Manuel G. R. ha cambiado en cuatro ocasiones la versión de los hechos, por lo que también rechazó la atenuante de arrepentimiento. El Ministerio Público además calificó como "inverosímil" la declaración del supuesto cooperante, Manuel R. C., y consideró como "indispensable" su actuación en los hechos.

El abogado de Manuel G. R., el principal acusado, insistió en la dilación del proceso que ha llevado, según su opinión, a que su representado sea juzgado por asesinato y no por lesiones. Además, recalcó que su cliente debe ser juzgado por disparar con resultado de lesiones y no de asesinato. El letrado del presunto cómplice señaló que durante el juicio no ha quedado probado la culpabilidad de Manuel R. C. sino su inocencia al desconocer las intenciones del otro acusado.

La juicio concluyó ayer y ha quedado visto para el veredicto del jurado.

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