Córdoba

El abogado insiste en que "no hay pruebas" contra Bretón

  • El progenitor se someterá esta semana a un TAC en el Hospital Universitario Reina Sofía

El abogado de José Bretón, José María Sánchez de Puerta, insistió ayer en que "no hay pruebas" contra el padre de los menores, por lo que confió en que el progenitor quede en libertad. El Juzgado de Instrucción número 4 todavía mantiene el secreto de sumario sobre las actuaciones, por lo que el letrado no puede solicitar que su cliente quede en libertad. "A no ser que exista alguna prueba nueva que desconozco y que sea de gran relevancia, con lo que hay hasta el momento es para que quede en libertad", insistió.

Sánchez de Puerta, por otra parte, detalló que los psicólogos aún no han terminado los informes sobre Bretón y avanzó que esta misma semana se someterá a un TAC en el Hospital Universitario Reina Sofía. En el centro penitenciario, además, Bretón está siendo interrogando por psicólogos y psiquiatras, y hace dos semanas se sometió a un encefalograma en el centro hospitalario.

Ayer sorprendió que el letrado manifestara que la Interpol había activado el código rojo de localización internacional para la búsqueda de los dos hermanos, con la difusión de las fotografías de los niños y sin descartar líneas de investigación en "lugares específicos" del extranjero, en palabras de Sánchez de Puerta. La Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, sin embargo, negó por la tarde esta medida, que según el letrado se habría tomado hace unos días. Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía aclararon que es el juzgado instructor quien dirige a la Interpol su petición, y hasta el momento esta solicitud no se ha producido.

El letrado aseguró que "se ha perdido mucho tiempo buscando a dos niños muertos en la parcela y no buscándolos vivos fuera de la parcela y, quizás, fuera de España". Bretón, único imputado hasta el momento, ha manifestado desde el principio que alguien se llevó a los niños mientras jugaban en el Parque Cruz Conde.

El Cuerpo Nacional de Policía ha centrado desde el principio su búsqueda en la figura del padre y, más concretamente, en la finca familiar de Las Quemadillas. La Unidad de Delincuencia Especializada de Violencia (UDEV), que tiene encomendado el caso, ha registrado los restos de una hoguera en la finca, un naranjal y el interior del inmueble con la ayuda de un georradar. También ha inspeccionado varias canteras próximas a la vivienda, así como colectores y pozos, sin encontrar ninguna prueba sobre el paradero de los menores.

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