Llegó ayer Susana Díaz a Córdoba con ganas de hablar, no de todo, pero dispuesta a posicionarse sobre asuntos nacionales y locales. Antes de arrancar su intervención, departió unos minutos con los periodistas para aclarar que si guardó silencio el día de antes fue por cuestiones de salud, de un inoportuno resfriado para ser más concretos, así que a la primera pregunta sobre el encuentro entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, la presidenta de la Junta entró de lleno en el asunto de la manera en la que la líder andaluza suele sentirse más cómoda, que es criticando a Podemos.

Así, si alguien esperaba que se fuera por las ramas respecto a esa cita Sánchez-Iglesias se equivocó de lleno, puesto que en poco más de tres sacó su artillería lingüística para decir que "todos teníamos dudas" sobre qué faceta del secretario general de la formación morada "nos íbamos a encontrar y nos encontramos la faceta de artista", por aquello de "renunciar a lo que no tiene y cedérselo a un compañero", en alusión a su postura de ceder en su intención de ser vicepresidente del Gobierno. Así, insistió en que "es que hay que ser artista" para hablar de cesiones y no de los problemas que afectan a los ciudadanos. "Más claro no lo puedo decir", espetó la presidenta, para quien "esas idas y venidas" del líder de Podemos en estos tres meses no se entienden. No obstante, recordó hasta en dos ocasiones que "he hablado con Pedro" [Sánchez] para ofrecerle "mi ayuda y colaboración para que este país salga de la interinidad" en la que se encuentra desde hace tres meses, aunque no quiso pronunciarse sobre qué debe hacer su partido, ya que consideró que hay un equipo negociador que es el que tiene esa responsabilidad.

Las palabras de Susana Díaz no se quedaron solamente en Villarrubia, la barriada cordobesa en la que se ubica la fábrica Plastienvase (ahora SP Group), cuyas instalaciones visitó ayer, sino que el propio Pablo Iglesias respondió a las críticas de la presidenta andaluza. Así, el líder de Podemos -durante una entrevista en La Sexta- se negó en un principio a "entrar en descalificaciones" con una formación política -el PSOE- con la que quieren "llegar a un acuerdo para gobernar", aunque después sí expuso que "a lo mejor Susana está pensando más en quitarle la silla a Pedro Sánchez. Ignoro sus capacidades artísticas", precisó.

Más críticas a Podemos. Ante la situación creada por el apoyo de los dirigentes de la formación morada al concejal de Jaén en Común Andrés Bódalo, que ha ingresado en prisión condenado por propinar varios golpes al edil del Ayuntamiento de Jódar Juan Ibarra, Díaz defendió que "siempre respeto a la justicia" y avisó de que "lo que no se puede confundir es la violencia con la defensa de los derechos, porque la violencia no cabe en democracia" y para Díaz es "difícil entender que algunos estén defendiendo la violencia".

Mucho menos locuaz se mostró la presidenta andaluza a la hora de referirse a los asuntos internos de su partido, concretamente a la fecha idónea, en su opinión, para la celebración del Congreso Federal del PSOE y si ella optará a la secretaría general de los socialistas. En ambos casos, la respuesta fue casi la misma: "hoy no toca". Respecto al congreso, dijo que será mañana sábado cuando se resuelva esa cuestión y que está "convencida" de que el Comité Federal "va a acertar" con su decisión sobre cuándo convocar el próximo congreso. Para que no hubiera dudas, repitió que "las cosas de partido, en el partido, y eso toca el sábado".

Todavía más parca en palabras se mostró Díaz sobre su comentada candidatura para dirigir el PSOE y lo único que se le escuchó fue que ella "no está ahora en esas cosas en estos momentos", sino que su papel es "colaborar y ayudar a mi partido, con mi país y con mi tierra". Díaz cerró su breve, pero intensa, intervención con alusiones a la Mezquita-Catedral de Córdoba, de manera que reivindicó que lo que sigue pendiente es resolver la inmatriculación del monumento.