El candidato a ser secretario general del PSOE Pedro Sánchez ofreció ayer un mitin a la militancia del partido en Córdoba en la que defendió el modelo de alianza de la izquierda, poniendo como ejemplo a Portugal, para frenar la gran coalición. El colegio mayor Séneca sirvió de escenario a un acto que llenó el salón de actos, pero donde apenas se vio cargos institucionales del PSOE cordobés, la mayoría posicionados ya con Susana Díaz. Sí asistieron algunos rostros conocidos de las filas socialistas de la provincia, entre los que destacó el de la exministra de Cultura Carmen Calvo, el exprimer teniente alcalde en el Ayuntamiento de Córdoba Rafael Blanco, el secretario general del PSOE cordobés José Mellado, las exdelegadas de Educación Manuela Gómez y Antonia Reyes, exdelegado de la Junta Andrés Luque, el expresidente de la Diputación y ahora alcalde de Hinojosa del Duque, Matías González, o el exsecretario general de UGT Antonio Fernández, entre otros. Tal y como afirmó Carmen Calvo, los "viejos rockeros" del PSOE.

En un discurso plagado de aplausos a cada frase que conseguía terminar, Sánchez insistió en que el modelo portugués es el que defiende su candidatura, unas palabras que ha repetido a lo largo de su campaña. La unión de la izquierda y no tender la mano a la derecha es la clave para el que fuera secretario general de los socialistas. "La gran coalición es la gran contradicción del socialismo democrático", criticó Sánchez, quien volvió a insistir en el error que fue abstenerse para que Mariano Rajoy se hiciera con la presidencia del Gobierno.

"Me extraña que Rajoy siga siendo presidente del Gobierno y encima con la abstención del PSOE", manifestó para recordar todos los casos de corrupción que rodean al presidente del Ejecutivo en la actualidad. Fue también a Rajoy a quien recomendó "dimitir" y tomar el ejemplo de Esperanza Aguirre. "¿Es que el caso Bárcenas es menos importante?", se preguntó.

Con el Sí es sí como lema y con Color esperanza sonando desde bastante antes de que Sánchez hiciera acto de aparición (algo que hizo casi 20 minutos tarde), el socialista también lanzó un mensaje de cercanía a los afiliados, a los que prometió ser el centro de todo lo que pase de ahora en adelante. "El día 22 de mayo lo que va a ocurrir es que todos los secretarios se van a poner al lado del secretario general para acabar con la derecha", comentó, para asegurar que si su proyecto es el que sale adelante, "tenéis la garantía de que el PSOE va a tener una dirección paritaria y a la izquierda".

El discurso de Sánchez estuvo precedido del de Carmen Calvo, quien confesó haber vuelto al panorama político después de haber regresado a la Universidad cuando conoció que el exsecretario general lucharía por el puesto. "Si no hubieses tomado la decisión de presentarte, ¿dónde estaríamos ahora?", preguntó Calvo a Sánchez, para recordarle que la Federación Andaluza del PSOE (ampliamente posicionada con Díaz) es "poderosa" porque "sabemos como para escribir un libro de cómo plantarle cara a la derecha". La exministra de Cultura insistió en la vuelta de los "viejos rockeros" del PSOE a la política y achacó el hecho a esa candidatura de Sánchez, a quien aseguró "has hecho lo que tenías que hacer".

Por su parte, dos de los encargados de la campaña de Sánchez en Córdoba, Salvador Pérez y Teba Roldán, recordaron el comité federal de octubre del partido. "Lo ocurrido en el comité federal nos dolió en el alma, lo que te hicieron es como si nos lo hubieran hecho a nosotros" afirmó Pérez, mientras Roldán manifestó que aquel comité fue "fatídico" pero, adelantó, "Pedro, vas a volver a ser nuestro secretario general".