Córdoba

San Rafael Alzheimer cumple "un sueño" con la apertura de su residencia

  • La asociación inaugura el centro Además, que dispone de 23 plazas y con el que cubre todas las fases de esta enfermedad

Las autoridades descubren una placa con motivo de la inauguración de la residencia.

Las autoridades descubren una placa con motivo de la inauguración de la residencia. / carmen cremades

La Asociación San Rafael Alzheimer ha dado un paso más en el cuidado de las personas que sufren esta enfermedad neurodegenerativa con la inauguración de una residencia que cuenta con 23 plazas y las últimas innovaciones en tratamientos. Con ello la asociación cumple "un sueño", el de ofrecer sus servicios y metodología en todos los estadios del alzheimer y otras demencias.

Aunque la residencia lleva un año en funcionamiento, su inauguración oficial se produjo ayer y a ella acudieron representantes de varias instituciones, entre ellos el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés Sanagustín. La directora del centro, Ana Belén Herreros, destacó que con esto se cumple "el sueño de poder atender a las personas con demencia desde la fase de diagnóstico hasta el final de la enfermedad", además de "dar cobertura a las familias en esta tarea que les ha tocado vivir; una enfermedad larga, insidiosa y compleja".

El balance de este primer año es "muy positivo" porque "los familiares están muy implicados en el cuidado y vienen a visitarlos cada día". "Intentamos reforzar que la persona siga siendo ella el máximo tiempo posible" y para ello un equipo interprofesional (fisioterapeutas, enfermeros, psicólogos, terapeutas ocupacionales) desarrolla su trabajo en la residencia con la intención de que el deterioro sea lo más lento posible.

El centro ofrece una atención específica integral y mediante el tratamiento no farmacológico se trabaja tanto el deterioro físico y funcional como el cognitivo. Herreros explicó que a lo largo del día los residentes tienen una serie de talleres de estimulación cognitiva, actividades con lápiz y papel adaptadas al deterioro que cada persona tiene y en los que se trabaja concentración, memoria o atención. Por otra parte, el fisioterapeuta se centra en la rigidez e inmovilización a través tanto de tratamiento individual como tablas de ejercicio grupales; mientras que el terapeuta ocupacional se encarga del refuerzo de las actividades de la vida diaria para favorecer que los usuarios sean lo más autónomos posible.

La residencia cuenta con tres habitaciones individuales y diez dobles totalmente adaptadas, cocina, salones, huerto y espacios de trabajo; además de un sistema de domótica que permite que las personas que tienen capacidad para moverse por sí mismas lo hagan con libertad y, en caso de caídas, unos sensores avisan de ello. Por otra parte, las camas están adaptadas para prevenir caídas y que no haya que utilizar cinturones de contención. "El objetivo ahora es crear un método de trabajo propio que se pueda generalizar a otros centros residenciales de mayor amplitud", señaló Herreros.

Por su parte, la presidenta de la asociación, Ascensión Gómez Valero, indicó que "el fin último es dejar de existir y eso no es posible sin investigación, hasta entonces, no vamos a parar de aprender y de acompañar a las personas con alzheimer y sus familiares". Para ello "contamos con una junta directiva altruista que nos empuja, entidades públicas y privadas que nos abren el camino, y un equipo de trabajadores y voluntarios con una capacidad constante de superación", concluyó.

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