Córdoba

El Reina Sofía reduce a la mitad la edad de detección del autismo

  • La Unidad de Salud Mental ha diagnosticado ya 54 casos de este trastorno gracias a la puesta en marcha de un programa que atiende a los niños en tres días

Como casi en todas las enfermedades, el diagnóstico precoz es la mejor herramienta para ofrecer el mejor tratamiento, pero en el autismo es, si cabe, primordial contar con una valoración certera los primeros años de vida. Al ser una patología que no se manifiesta con dolores ni síntomas visibles, puede resultar algo difícil su detección.

Precisamente por ello, la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil del Reina Sofía, dirigida por el psicólogo Vicente Sánchez, desarrolla un plan pionero de detección precoz del autismo, un instrumento tremendamente eficaz para su identificación y, por tanto, su tratamiento. Este trastorno crea un gran sentimiento de angustia entre los familiares del niño que lo padece, pues sus síntomas comienzan antes de los tres años, causando una falta de comunicación y una interacción social limitada.

Los profesionales del área de Salud Mental del centro cordobés han diagnosticado de forma temprana 36 casos de autismo en la población infantil -16 el pasado año y 38 a lo largo de 2008- gracias al programa desarrollado por estos profesionales para facilitar el diagnóstico precoz de dicho trastorno.

Esta iniciativa arroja resultados espectaculares, pues la edad media de los niños a los que se les ha diagnosticado autismo se situó el pasado año en torno a los dos años y medio, frente a los seis o siete de media nacional, lo que supone un importante adelanto. Aunque se trata de un proyecto desarrollado por el Área de Salud Mental del Reina Sofía, su puesta en marcha sería inconcebible sin la colaboración de los pediatras de atención primaria, pues constituyen la puerta de entrada al sistema sanitario para los más pequeños. En concreto, el programa ha posibilitado que los pediatras de los centros de salud remitieran el pasado año a la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil del Reina Sofía -situada en Los Morales- a 27 niños con sospecha de trastorno autista, un suposición que se confirmó en seis de cada diez niños sometidos a un estudio riguroso y profundo. En el resto de los menores, aunque no se descartó el autismo, se identificó retraso madurativo o trastorno del lenguaje.

Una de las grandes ventajas de este sistema de trabajo es su rapidez y eficacia, pues todos los niños derivados fueron atendidos con carácter urgente, en un plazo máximo de tres días y se sometieron a una serie de pruebas psicológicas y exploraciones clínicas para confirmar o descartar las sospechas iniciales. Ello ha permitido, por tanto, ofrecer un tratamiento especializado en un corto plazo de tiempo, mejorando por tanto los síntomas y, especialmente, frenando el deterioro de las capacidades comunicativas y del lenguaje del pequeño.

Si los pacientes se tratan a tiempo, experimentan importantes mejoras en su autonomía, desarrollo del lenguaje y, en general, en su calidad de vida cuando reciben atención temprana. Asimismo, el programa contribuye a que los padres y educadores adopten de forma inmediata las técnicas más oportunas.

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