Fiesta de los Patios 2017

Primer día de colas y de exultante belleza

  • El certamen comienza con éxito de público y esperas incluso desde la apertura de los recintos

  • Los cuidadores ultiman los detalles tras las lluvias del fin de semana

Ya lucen los Patios de Córdoba / JOSÉ MARTÍNEZ

La fiesta más distintiva de la ciudad comenzó ayer con una primera jornada de colas y felicitaciones a los propietarios y cuidadores de los Patios ante la belleza que presentan estos recintos. La expectación que en los últimos años -sobre todo desde que consiguieron el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en 2012- ha despertado el certamen se tradujo en las primeras esperas para entrar en ellos, todo unido a la festividad del 2 de mayo en Madrid. En algunos casos, desde las 10:00 se formaban largas filas a las puertas de estos recintos, cuya apertura se produce a las 11:00. Éste es el caso, por ejemplo, del Alcázar Viejo, una de las zonas que cada año soporta mayor afluencia de público.

Tras dar los últimos retoques a sus patios, propietarios y cuidadores abrieron las puertas para mostrar al mundo entero las joyas que guardan en sus recintos, donde el color y el aroma se funden con el sonido del agua, los rayos del sol o el canto de un pájaro. El interés por resultar premiados está latente, aunque el mayor deseo de todos sea "que no haya ningún incidente en la fiesta, que vaya todo bien y sea una edición tranquila", explica Maribel Navajas, del patio de la calle Parras, 5.

Martín de Roa, 9, en el Alcázar Viejo, regresa al certamen tras dos años de ausencia

Mientras ella vigila la entrada y salida de personas, no para de recibir felicitaciones: "mantener esto así tiene su trabajo", indica una mujer, mientras otra le manifiesta que "siempre lo tienes maravilloso" y otra vecina le señala que está "muy bien, como siempre". Una imponente costilla de Adán que asciende por una de las esquinas del patio es uno de sus elementos más significativos, a lo que hay que sumar la flor de la gamba o el pozo, "muy solicitado para hacerse fotos", indica Navajas.

Esta propietaria explica que hay "gente de fuera que repite cada año" en la Fiesta de los Patios y "desde que se van echan dinero en la hucha para volver porque éstas son sus vacaciones".

Cercano a este patio se encuentra el de Marroquíes, 6, también de la ruta Santa Marina-San Agustín. Una de sus cuidadoras, Carmen Álvarez, manifiesta que este año "el patio está espectacular, prácticamente como siempre"; no obstante es uno de los eternos premiados del certamen. Uno de sus secretos es "intentar que las plantas duren de un año a otro". Al abrir ya había cola, lo que asombró a los cuidadores de este patio de vecinos. Esto es un adelanto de que "nos espera un fin de semana apoteósico".

Geranios y gitanillas son las principales flores que se encuentran en este patio, ya que se quiere guardar la tradición, aunque también hay helechos, pilistras, rosales, petunias, surfinias, claveles y cactus, entre otros, aunque sin duda su seña de identidad es su inmensa buganvilla.

Otro de los puntos que en la primera jornada ya tuvo mucha afluencia fue el Alcázar Viejo. Allí, Ignacio Álvarez y Carmen Ibáñez intentaban poner orden a la cola que había para entrar en su patio, el de San Basilio, 14, que este año ha sufrido una reestructuración "decorosa" en lo referente a flores. En concreto, han cambiado algunas de las plantas verdes de gran tamaño que tenía este recinto por otras más pequeñas con flor. Gardenias, clavel enano, petunias, laurel de canela, cóleos, oreja de elefante, suegra y nuera, malamadre, una mata de fresas, azalea o una colección de bromelias son algunas de las joyas que atesora este patio, en el que la "estrella" es una medinilla magnífica. "Estábamos dando los últimos retoques y a las 10:00 ya llegaba la cola hasta cerca del Alcázar", expuso esta pareja.

Lo mismo le ocurrió a Meritxell Valle, de San Basilio, 40; que tuvo que dar las últimas pinceladas a su patio en la mañana de ayer debido a las lluvias del pasado fin de semana. El verde agua es el color característico de este recinto que guarda un bonito rosal de pitiminí, entre otros muchos tipos de flores, y en cuya puerta, según explica Valle, hay una mezuzá, un elemento característico de las casas judías. Para este año espera que "no llueva más, que haya visitas de forma ordenada y que el Ayuntamiento cumpla su promesa de dividir las zonas" para evitar grandes aglomeraciones.

Y más esperas en Martín de Roa, 7 y 9. En el número 7 Rosa Collado, cuidadora y vecina nacida y criada en esta casa, espera para esta edición del certamen que "haya paz y armonía entre los que entran y salen" y "que siga el Festival de los Patios". Entre los ejemplares que se pueden ver en este recinto, Collado destaca con orgullo una flor de la gamba, hija de una plantada por su padre, y una buganvilla que brotó el mismo día que nació hija. A estas hay que añadir begonias, flor del incienso, trébol de montaña, burritos y mucha variedad de sombra en un espacio que cuenta con una pila de lavar y barreños de más de 60 años.

Junto a este patio, este año vuelve al concurso Martín de Roa, 9 tras dos ediciones sin concursar. Uno de sus cuidadores, Manuel García, señala que tenía "una espinita" desde la muerte de Juan El Langosta, un vecino que vivió en esta casa desde los años 70. "Ha sido mi maestro de patios, me enseñó a decorar y el cuidado de las plantas", apunta García. Para esta ocasión, los colores que predominan en el patio son el blanco y el rojo, siempre respetando el clasicismo de gitanillas, geranios y claveles, aunque también han introducido otras flores. Este cuidador reconoce que este año han empezado tarde a preparar el recinto pero "si sigo con ánimo, el año que viene me llevo premio", concluye.

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