LOS socios de gobierno en el Ayuntamiento de Córdoba no pueden negar la realidad. Los conflictos entre IU y PSOE han sido más que evidentes en este año de gobierno, al que se llegó por un pacto que hoy hace justo un año que se rubricó. Fue un acuerdo precedido de no pocos sobresaltos, lo que venía a ser una premonición de lo que esperaba en el primer ejercicio de mandato. Eso sí, los socios aseguran que el agua no ha llegado al río en ningún momento y que no hay más que desencuentros entre una familia cuyos miembros son cada uno de su padre y de su madre. No dejan de ser declaraciones de intenciones, porque habría que ver cómo se empezarían a mover las sillas en el caso de que alguien se cayera del cartel. Es más, ya se ha caído alguien, concretamente José Antonio Cabanillas, y ya se empiezan a perfilar estrategias.

El concejal de Presidencia, que al final entró en el gobierno de Rosa Aguilar por libre designación después de que no figurara en la lista dada la fuerte contestación interna, se marcha a vivir a Barcelona por motivos personales y deja un hueco que habrá que ocupar. La idea de la alcaldesa no es renovar medio gobierno por este motivo, aunque aún no está claro si su relevo se hará con alguien de fuera o si será alguien que ya está en el equipo de concejales el que asuma las responsabilidades que hasta ahora ha estado desempeñando Cabanillas. Sea como sea, retoques tendrá que haber, los primeros desde la constitución de la Corporacion municipal, que en estos momentos en el anterior mandato ya había sufrido las bajas de los dos candidatos que perdieron entonces en las urnas: Rafael Merino (PP) y José Mellado (PSOE). Por ahora, los tres cabezas de cartel que obtuvieron representación municipal permanecen en Capitulares. Eso sí, hacia José Antonio Nieto, el portavoz popular, crecen las críticas desde el gobierno local, que asegura que cada día está más pendiente de los asuntos que le ocupan en el Parlamento andaluz, donde es diputado, o en la direccion regional del PP, que de sus responsabilidades como concejal en la ciudad. De hecho, afirman que son pocas las juntas de portavoces a las que acude y muchas las iniciativas que provienen del Grupo Popular que no llegan firmadas por él.

En la entrevista que El Día publicó el viernes con Nieto con motivo del aniversario de la constitución del Ayuntamiento -ayer con Rafael Blanco y hoy con Rosa Aguilar-, el portavoz popular mantenía un discurso absolutamente negativo acerca del presente y del futuro cercano de la ciudad, una ciudad que define como paralizada debido a que el modelo de gestión que la pilota está caduco. Las críticas, las llamadas de atención, las posturas contrarias, las denuncias... Todo es lógico en la labor de un grupo de la oposicion, pero tampoco hay que hacer oposición al propio futuro de la ciudad. No seré yo quien diga que hay que mirar para otro lado cuando es obvio que Córdoba tiene que poner velocidad a un ritmo de crecimiento que debería ser mayor. La crítica debe existir; eso es bueno para la marcha de la gestión municipal, pero lo que no comparto es vender que nos hundimos y que poco menos que nos falta que nos pongan una valla y nos dejen dentro. Si yo fuera empresario y oyera hablar así de una ciudad, no creo que decidiera invertir en ella.