El delegado de Seguridad del Ayuntamiento, Emilio Aumente, informó ayer de que las Cruces, hasta el momento, se han desarrollado "prácticamente sin ningún tipo de alteración desde el punto de vista de la Seguridad. Aumente indicó que en las primeras noches la Policía Local ha actuado "solamente en algunas cuestiones", imponiendo así un total de 21 denuncias. Además, la Policía ha acudido a la llamada de vecinos de las cruces de San Nicolás y de la Plaza de la Oca por molestias en el volumen de la música que se solventaron tras personarse los agentes. Todos los recintos, un total de 50, cerraron a la hora establecida.

Dado que para hoy ya se prevé una mayor afluencia de público gracias a la mejoría del tiempo, Aumente apeló "al civismo y a la responsabilidad para poder disfrutar de la fiesta", al tiempo que recordó que "no se bajará la guardia contra el botellón" y que la Policía estará "muy vigilante para proteger a los menores del consumo de alcohol".

El informe policial recoge que durante el tercer turno del 28 de abril se realizaron ocho denuncias por miccionar en la vía pública, dos por perturbar la seguridad ciudadana, cinco por realizar botellón, una por consumo de alcohol por un menor, otra por vender bebidas alcohólicas fuera de horario, y hasta tres denuncias de alcoholemia administrativas y otra de alcoholemia judicial.

Por otro lado, el responsable municipal de Seguridad también pidió disculpas a la hermandad del Císter por haberle atribuido "por un error de transcripción" una sanción que "no existió". Fue el viernes cuando Aumente comentó que la Policía había multado a la cruz de Sangre porque habían hecho caso omiso a sus indicaciones para que bajaran el volumen de la música. El encargado de montar la cruz, Francisco Ortega, ya había informado a el Día anteriormente de que todo tenía que ser un error porque no recibieron notificación alguna.