Córdoba

Piden 23 años para un acusado de asesinar a su madre con demencia

  • El procesado llamó a Emergencias un día después de haber cometido los hechos para alertar de la situación de su progenitora

Acceso principal a la Ciudad de la Justicia,

Acceso principal a la Ciudad de la Justicia, / el día

La Fiscalía ha pedido una pena de 23 años de prisión para un hombre acusado de un delito de asesinato, con la agravante de parentesco, tras supuestamente asesinar a su madre que tenía 85 años y que, además, padecía demencia senil, en la localidad de Lucena en el año 2016. El juicio se celebrará con jurado en la Audiencia Provincial.

Según recoge la calificación del Ministerio Público, el procesado, de 57 años, residía desde 2013 junto a su madre, quien en 2010 fue diagnosticada de demencia. Fue en julio de 2016 cuando la situación de la madre "empeoró", de manera que "tenía que ser atendida en todas sus necesidades y trasladada en silla de ruedas", lo que le había provocado "unos fuertes dolores de espalda", según el fiscal.

En concreto, según indica el Ministerio Público, un día del mes de agosto de 2016 la mujer se encontraba sentada en una butaca en el salón de su casa, "ajena a la realidad que le rodeaba a consecuencia de la enfermedad que sufría". Según el fiscal, el acusado "aprovechó para agarrarla del cuello con el antebrazo, sin que ella prestase oposición y apretó con fuerza con la intención de causarle la muerte".

El acusado, además, "ejerció una fuerte comprensión sobre el cuello, suficiente para cerrarle las vías respiratorias altas, provocando así que se impidiese la ventilación pulmonar, hasta que la falta de oxígeno acabó con su vida, sin que en ningún momento ella tuviese oportunidad de defenderse", según el citado relato hecho por el Ministerio Público.

El domicilio que compartían el procesado y la víctima estuvo cerrado, sin que ninguna puerta o ventana fuese forzada, ni ninguna otra persona entrase en el mismo, hasta que en la madrugada del día siguiente, más de 24 horas después de que ocurriesen los hechos, el acusado llamó a los servicios de emergencia para alertar de la situación de su madre. En el momento de su muerte, la mujer estaba viuda y además del procesado tenía otros tres hijos, que han decidido renunciar al ejercicio de todas las acciones civiles y penales.

El varón fue diagnosticado de depresión en el año 2001, tras la muerte de su mujer y previamente la de sus hijas en 1999 en un accidente de tráfico. Sin embargo, según la misma información, a partir del año 2008 "se había normalizado su situación y hasta unos meses antes de los hechos no se había apreciado ninguna recaída". De esta forma, "era totalmente consciente de lo cometido y de las consecuencias". El procesado ingresó en prisión provisional por estos hechos el 7 de noviembre de 2016 y sigue en esa situación a la fecha actual.

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