La Navidad ha llegado este año más tarde que nunca, ya que la crisis económica ha hecho que se retrasen las compras de productos de la época y de regalos, que las copas navideñas de las instituciones se conviertan en desayunos y que las comidas de empresa sean este año de compañeros, menos multitudinarias, pagadas por el trabajador, y, sobre todo, menos costosas. Pero a pesar de esta situación, la proximidad del sorteo de la Lotería de Navidad, ya a la vuelta de la esquina, y que los niños y universitarios se despidieron ayer de las clases hasta el año que viene hizo que se respirara en las calles de la ciudad ese ambiente festivo típico de estas fechas. Muestra de ello fue la mezcla de actos que ayer hubo en la capital, donde la solidaridad se mezcló con la fiesta, la entrega de calificaciones y las últimas copas. Los niños fueron los que más disfrutaron de la jornada de ayer, y no es para menos, ya que para ellos el viernes fue el último día de clase hasta el 8 de enero. El día sólo tuvo para los pequeños un pero y fue la entrega de notas, a lo cual se enfrentaron con optimismo ya que la mayoría esperaba unos "buenos resultados". Y es que a los más pequeños -a pesar de que para sus padres se inicia un periodo de dificultad para conciliar la vida laboral y familiar- les quedan por delante tres semanas "para celebrar la Navidad y esperar a que lleguen Papa Noel y los Reyes Magos cargados de regalos", aseguró Gonzalo Sarraneo, alumno del Colegio Ferroviario, quien enumeró en un instante todos los regalos que pidió por carta y en la que advirtió a los Magos que Nani, su perra, "no tiene buen carácter". Los pequeños del colegio Colón disfrutaron de un día de clase especial, ya que a pesar de que parte de la rutina diaria se mantuvo, se hicieron cosas especiales, "como decorar la clase y elaborar adornos navideños para sus casas", manifestaron María Dolores Haro y Ana Gutiérrez, profesoras de Educación Infantil. Asimismo, otros menores que vivieron una jornada especial fueron los alumnos de la Escuela Infantil Garabatos, quienes representaron un belén viviente en el Hotel Córdoba Center. Una actuación que llenó de satisfacción a los 300 asistentes, padres y abuelos a los que se les caía la baba con sus niños. Después de la representación, quienes se quedaron con la boca abierta fueron ellos, quienes recibieron la visita de los Reyes Magos. Alguno que otro también se llevó un buen susto al ver en persona a sus majestades.

Sin embargo, el último día de clase los universitarios fue bien distinto. El Campus Universitario de Rabanales fue conquistado por La cordobesa, y no se trata de ningún cuadro de Julio Romero de Torres, si no del conocido anís, que sirvió para que los estudiantes pidieran el aguinaldo a sus profesores con la botella a modo de güiro. Una buena manera de limar asperezas después de las primeras calificaciones.

Pero no sólo en los centros educativos y en las facultades de la Universidad se respiraba ayer un ambiente festivo, también en las calles del Centro. Y es que por segundo año consecutivo, el Ayuntamiento regaló a los ciudadanos unas 2.500 flores de pascua. Una iniciativa con la que pretende promover entre la población una Navidad ecológica. Una de las cordobesas que se acercó a la céntrica plaza para que el delegado de Infraestructuras, Francisco Cárdenas, le entregara un pascuero fue Clara Montes, quien afirmó que ve "muy bien que el Consistorio felicite las fiestas de esta forma, sobre todo este año con la crisis". Cárdenas señaló, por su parte, que "esta iniciativa muestra que se puede engalanar la ciudad con ornamentación vegetal y no sólo con bombillas", y prueba de ello es "la colocación de 17.000 plantas, o el nuevo alumbrado ecológico, que ahorra el 31% de energía con respecto al año pasado". Y es que, en tiempos difíciles y con el protocolo de Kioto sin cumplir, ningún esfuerzo es poco.

Por otro lado, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores ofreció ayer su tradicional copa de Navidad en Bodegas Campos, a la que asistieron los distintos medios de comunicación de la ciudad y los socios de este colectivo. Así, agricultores y autoridades tuvieron la oportunidad de intercambiar experiencias y momentos vividos a lo largo de todo el año y comentar cómo ha afectado la crisis a este sector.

La tarde dio una muestra más de que la Navidad llegó a la ciudad. Los patios, que abren hasta el 4 de enero de 18:00 a 21:00, se llenaron ayer de visitantes. Además, el concurso gastronómico de dulces navideños ya tiene sus ganadores, cinco premios a las mejores bolas nevadas, trufas, mantecados, pestiños y polvorones. Y si de manjares propios de estas fechas se trata queda por mencionar la fiesta del pestiño, a la que ayer asistió la delegada de Participación Ciudadana, Inmaculada Durán. Además de degustar roscos y pestiños, los vecinos del distrito Poniente Norte disfrutaron de actuaciones musicales, baile y cuentos navideños para los niños. Sólo queda esperar que la diosa fortuna se acuerde de que Córdoba también existe y deje el próximo lunes una lluvia de millones que haga olvidar, aunque sólo sea por un día, la crisis, la hipoteca y que final de mes llega antes, mucho antes.