Tras la tensión de las últimas semanas en el seno, la calma parece que ha llegado al PP de Córdoba. Así, el que será nuevo presidente de la formación a partir del 3 de junio, Adolfo Molina, dio cuenta ayer de los objetivos que se ha marcado para su mandato, entre los que destaca la recuperación de "los gobiernos perdidos", en alusión a la capital cordobesa, la Diputación o ayuntamientos como Priego de Córdoba -donde una moción de censura ha sacado del gobierno a María Luisa Ceballos- o Montilla, entre otros. Así, Molina compareció para anotar que pretende conseguir que "más cordobeses confíen en su partido", además de incidir en que el PP "tiene que estar en la calle, con los ciudadanos, por lo que debemos cerrar este periodo lo mejor posible".

Ese será la misión de los equipos redactores de las tres ponencias a debatir -Reglamento, Política y Desarrollo Rural- que han de apoyar los compromisarios. Añadió que busca "un partido más fuerte y unido" y que afronta esta nueva etapa con "ilusión", aunque matizó que aún tiene que convencer a los 665 compromisarios para que le den su confianza en el congreso del 3 de junio, por lo que seguirá visitando las juntas locales para tal fin. En cuanto a las personas que formarán parte de su equipo de dirección, Molina no avanzó nombre, si bien expuso que a trabaja en ello "gracias al magnífico banquillo que ha dejado en el PP de Córdoba José Antonio Nieto" y en cómo llevar a cabo las medidas de su programa. Alguna de ellas, como la creación de una estructura única en la capital, deberán aparecer en la Ponencia de Reglamento. Formación, transparencia y organización son también "piezas clave" para el popular, quien agradeció "el intenso trabajo desarrollado en los últimos días por los trabajadores de la sede provincial para garantizar que el proceso de elección se desarrollaba con normalidad". El candidato a presidir el PP de Córdoba agradeció los numerosos apoyos recibidos de los militantes, haciendo de este congreso "una cita histórica con su participación directa a la hora de elegir presidente".

Sobre si contará con Rosario Alarcón -su rival en el proceso de precandidaturas- para su equipo de dirección, Molina no aclaró qué papel tendrá en el futuro, aunque manifestó que "en el PP de Córdoba nadie sobra, sino que todo el mundo puede tener su sitio", aunque apuntó que tiene "un amplio banco de nombres y personas del partido", por lo que ahora le toca pararse "un poco y poner apellidos a la estructura". Molina resaltó que "hay muchos compañeros que de manera abierta y con normalidad apoyaban a Rosario Alarcón" y le han hecho saber que están "para conseguir que juntos se siga trabajando, con lo que pasado este proceso el partido es uno".

También avanzó que los congresos de los municipios se prevén celebrar desde el mes de septiembre, de cara a elegir presidentes, así como "preparar las bases de las candidaturas para las elecciones municipales". Molina reconoció que espera "el apoyo" de la dirección regional, "igual que han tenido el del PP de Córdoba", con el objetivo de que "Juanma Moreno sea el presidente de los andaluces".