Córdoba

Miles de romeros se vuelven a citar en el Santuario de Linares

  • Un impenitente sol es protagonista de una gran fiesta muy esperada desde el pasado año

La romera mayor, Marta Santiago Obrero, y sus damas en un momento de la eucaristía.

La romera mayor, Marta Santiago Obrero, y sus damas en un momento de la eucaristía.

Desde el pasado año había muchas ganas de romería de la Virgen de Linares después de que la inmisericorde lluvia empañara, en esa ocasión, la que es la segunda cita romera del Mayo Festivo hasta tal punto que sólo unas 40 personas completaron a pie el camino hasta el santuario y las carrozas participaron en la salida y recorrieron la ciudad, pero sólo tres continuaron hasta la Sierra. Este año un sol de justicia que se asomó tímidamente desde primera hora de la mañana hizo precisamente eso, justicia romera, a lo ocurrido el pasado año y miles de cordobeses acompañaron a la Conquistadora en su día grande. Y es que manda la tradición, y hay que respetarla, que el primer domingo de mayo se debe concentrar camino de la Sierra la devoción a la Virgen Conquistadora de Córdoba, Nuestra Señora la Purísima Concepción de Linares. Cuenta esa tradición que "la Virgen de Linares, conocida ya desde tiempos pretéritos como Conquistadora y Capitana, está muy ligada a Córdoba desde que Fernando III la depositara en aquella atalaya agarena del bello paraje escogido por el rey castellano-leonés para su Real Sitio". Haciendo caso a rajatabla a la tradición, la Hermandad de la Virgen de Linares tiene una cita muy de mañana en la Mezquita Catedral para recibir la bendición de su consiliario antes de concentrarse en la avenida República Argentina para iniciar el camino hacia el santuario.

Como si un deja vu se tratara, como ya ocurriera hace un par de semanas con la romería de Santo Domingo, los primeros cohetes rompen el sueño en el centro de la ciudad mientras se empiezan a escuchar los cantos romeros arengados por palmas de mujeres vestidas con traje flamenco y, en esta ocasión, 13 carrozas se preparan para continuar esa tradición. "Ya estamos todos, adelante", parece decir con gestos el hermano mayor, Rafael Reyes, y las 13 carrozas peñistas inician la marcha. El sol empieza a acompañar a la comitiva en su discurrir por el Paseo de la Victoria, Concepción, Gondomar, Plaza de las Tendillas, Diego de León, Alfonso XIII, San Pablo, San Andrés, Realejo, Santa María de Gracia, San Lorenzo, María Auxiliadora, Plaza del Cristo de Gracia, Ronda del Marrubial, Agrupación Córdoba, Carretera N-432 Badajoz- Granada y carretera al Santuario de Linares.

La comitiva completó los ocho kilómetros de camino hasta la Sierra con 13 carrozas

Bajo un astro rey peleón la comitiva completa esos ocho kilómetros que separan la ciudad del santuario con algún que otro susto, el protagonizado por un romero que cayó de una de las carrozas y tuvo que ser atendido por los servicios médicos.

Para ese camino, que encabeza la carroza -inspirada en el resplandor que rodea a la imagen de la Virgen de Linares- de la Romera Mayor, la guapa Marta Santiago Obrero, no falta el avituallamiento habitual en estos casos: vino, refrescos, queso, jamón y otro tipo de aperitivos. A Marta la acompañan como primera dama María Teresa Sánchez Velasco y como segunda, Ángela Castro Barbudo, además de las también damas Margarita Serrano Moraño, Lucía Barrera Moreno, Lucía Priego Yepes y Beatriz Fernández Ibáñez. Las romeras infantiles son María Miranda Guerrero Carrión, Ana Lucía Martínez Gallardo, Yolanda Criado Díaz, Alma Santiago Ruiz, Carolina Santiago Obrero, Pilar Serrano Santiago y Claudia Santos Ripoll.

Ya en el santuario se oficia una eucaristía "que no deja indiferente a nadie", tal y como destaca el hermano mayor. Para después proceder a la también tradicional entrega de premios y reconocimientos. "Es de admirar cómo están diseñadas las carrozas, con qué arte están hechas; y es de admirar también el trabajo de meses y meses que invierten los peñistas, sobre todo las mujeres, en conseguir hacer realidad, repito, estas obras de arte", sentencia.

Se cuentan por miles las personas que han desafiado a ese sol impenitente convirtiéndose en romeros por un día para acompañar a la Hermandad de la Virgen de Linares -o mejor dicho, a la Conquistadora- en su santuario, en cuyos alrededores no faltan tampoco los no menos tradicionales peroles, como el organizado por la Peña Cultural Flora, donde compartir comida, bebida y, sobre todo, alegría. Una alegría que se contagia por toda la Sierra cuando las ganas de romería acompañan cada primer domingo de mayo.

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