Carlos Justo es cordobés, aficionado a la caza y no está de acuerdo "con la caña que nos están dando los ecologistas". "Pedimos respeto a lo que hacemos", agrega. Se trata éste de un argumento que se repitió ayer una y otra vez en la manifestación que, bajo el lema En defensa del mundo rural y sus tradiciones, reunió en Córdoba a más de 40.000 personas, según la organización -que tildó de "histórica" la protesta- y a unas 15.000, según los cálculos de la Policía Local. Unas cifras bastante desiguales, puesto que, según la organización, hasta Córdoba llegaron 320 autobuses desde distintos puntos del país. Si la media de plazas en un autobús es de 50, sólo en este medio de transporte habrían llegado ayer unas 16.000 personas. Pero dejando a un lado la guerra de cifras, la manifestación se desarrolló sin incidencias significativas y puso en evidencia el poder del mundo rural -en el que se incluyeron sectores como el cinegético, la tauromaquia, la pesca, la agricultura y la ganadería- a la hora de movilizarse. Una protesta en la que no faltaron una decena de tractores, las rehalas de perros para montería y varias colleras de galgos, ni tampoco más de una veintena de embarcaciones de recreo con las que practicar la pesca, que partió a las 10:30 desde la glorieta de las Tres Culturas y que recorrió las calles principales de la capital hasta llegar a los jardines de Colón, donde se dio lectura a un manifiesto.

Una manifestación muy colorista, pues gran parte de los asistentes lucieron gorras de color naranja- y con camisetas y chapas con mensajes reivindicativos. Por cierto, el slogan más repetido fue: Orgulloso de ser cazador. La música tampoco faltó a lo largo de todo el recorrido, durante el que se escucharon temas musicales con algún referente al mundo del campo: como Mi carro, de Manolo Escobar, o El tractor amarillo, de Zapato Veloz, aunque también sonó el clásico Ya no puedo más, de Camilo Sexto.

Mientras que la organización cifró la asistencia en 40.000, la Policía en 15.000

Con la protesta, a la que acudieron dirigentes del PP, Ciudadanos y PSOE -como la diputada María Jesús Serrano o el delegado de Medio Ambiente de la Junta, Francisco de Paula Algar-, en el plano político, el sector reclamó "respeto y que se nos atienda", según expuso el presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño, quien aseguró que con la movilización de ayer "inauguramos una nueva forma de defender lo nuestro". "Merecemos el respeto de la sociedad civil", indicó, al tiempo que subrayó que "nos sentimos desprotegidos" por las instituciones ante los movimientos ecologistas y animalistas. En esta línea, Mancheño incidió en que "se tiene que entender que hoy -por ayer- empieza otra forma de luchar y que el mundo rural despierta". "Vamos a trabajar por lo nuestro", concluyó.

Pero, ¿qué es lo que ha motivado que el mundo rural salga a la calle convocado por 15 entidades? Pues, según Mancheño, por los continuos reproches y "faltas de respeto" que reciben desde los movimientos ecologistas y animalistas". "Pedimos respeto y que cesen las campañas de injuria porque el mundo rural es una parte importante de la sociedad", subrayó.

Para demostrar la valía e importancia de este sector, además de su impacto económico, el presidente de la federación andaluza de caza tiró de datos. Sólo en temporada de caza, explicó, genera unos 2.000 millones de euros y 50.000 empleos directos. Mancheño también se refirió al sector cinegético en la provincia de Córdoba y anotó que hay unos 50.000 cazadores, de los que 20.000 son afiliados a la federación que preside. En este punto, se preguntó: "¿Qué sería de Córdoba sin la caza?" El mismo se respondió: "Algunos pueblos serían irreconocibles. Córdoba es un paraíso cinegético".

Quien también ofreció datos fue el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, quien no tuvo reparos en asegurar que con la asistencia de miles de personas a la manifestación "el mundo rural está representado aquí". Para Fernández de Mesa, la protesta "es un grito, una llamada de atención para los que viven del cuento y ofrecen un falso concepto ecologista; el hartazgo es tremendo". En el caso de las cifras, indicó que en Córdoba alrededor de 80.000 o 90.000 personas son las que viven del mundo rural, de los que 50.000 son ganaderos.

Tampoco faltó a la cita reivindicativa la secretaria general del PP-A, Loles López, quien señaló que "en Andalucía el 90% del territorio es rural y más de 4,5 millones de andaluces vivimos en estos municipios, con lo que la defensa del mundo rural y su forma de vida se hace algo ineludible e imprescindible". López aludió a la modificación propuesta por el PP de la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad debatida en el Congreso de los Diputados. "Esta modificación que beneficia al mundo rural fue rechazada gracias a los votos de PSOE y Ciudadanos que una vez más dieron la espalda a tantas personas que dependen de medio rural", consideró, y anunció que su grupo llevará de nuevo esta modificación de la ley a la Cámara Baja y volverá a pedir a todos los grupos políticos que dejen de poner piedras en el camino del desarrollo de nuestro campo y de su gente.

En el caso de la pesca deportiva, la protesta se a la modificación de la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad para que se levante la prohibición de pescar especies como la trucha arco iris, la carpa común o el cangrejo rojo, entre otros. Con ello, el sector quiere que se eviten los perjuicios económicos que esta prohibición está provocando en varias comunidades de España, incluida la andaluza. Al respecto, el portavoz de la plataforma En defensa de la Pesca, Antonio López, recordó que en España hay más de tres millones de pescadores y añadió que "somos un deporte y nos han prohibido pescar en todo el país". "Es una locura colectiva y el sector ecologista es el más radical de Europa", sentenció.

La manifestación contó con la asistencia de personas de comunidades tan lejanas a Córdoba como la gallega. Es más, desde A Coruña llegó una representación de su federación de caza, entidad desde la que destacaron la respuesta de la asistencia y anunciaron que ya el año que viene, entre enero y febrero, habrá otra gran protesta en Madrid con el mismo reto: defender el mundo rural.

El encargado de cerrar el acto, pasadas las 13:00 en los jardines de Colón, fue Mancheño, quien repitió el mensaje inicial de la manifestación: "Hoy -por ayer- nace una alianza, una nueva manera de luchar por el mundo rural y sus tradiciones. El mundo rural estrena una nueva manera de luchar por su dignidad y sus intereses".