La Junta de Andalucía encargó ayer el proyecto constructivo del futuro tranvía de Córdoba, en un a decisión adoptada a escasos días de las elecciones autonómicas. La Consejería de Obras Públicas dio a conocer ayer que su empresa filial para proyectos ferroviarios ha licitado el expediente de contratación y que el plazo para la admisión de las ofertas culminará en 29 de abril.

En principio, la Junta de Andalucía va a gastar 2,5 millones de euros en el contrato, aunque la cantidad definitiva dependerá de las ofertas que se reciban. En total, la Empresa Pública de Ferrocarriles de Andalucía espera que el documento se entregue en 16 meses, a los que habría que sumar la información pública y el impacto medioambiental del trazado.

Una de las principales novedades es que la Junta ha establecido la hoja de ruta del proceso, que tendrá una fase de exposición pública y por tanto abrirá la posibilidad de que los ciudadanos afectados por el paso del tranvía realicen alegaciones. Este hecho será particularmente relevante en el caso de que el futuro sistema público de locomoción atraviese zonas sensibles para el patrimonio o el medio ambiente urbano. El proyecto definitivo será sometido a informe de impacto ambiental, que tendrá que analizar las afecciones en el patrimonio histórico, teniendo como referencia la polémica producida por las catenarias colocadas junto a la catedral de Sevilla. En ocho meses, Obras Públicas sacará a información pública el trazado definitivo de la infraestructura.

Parte de la encomienda puede chocar con los planes municipales para el tranvía. La Junta de Andalucía ha pedido a las empresas especializadas que desarrollen una propuesta de líneas sobre la base de "funcionalidad (captación de demanda), intermodalidad, integración urbana y viabilidad técnica". El problema es que la Gerencia de Urbanismo del Consistorio ha desarrollado hasta dos informes distintos (uno muy somero y otro más detallado, que se entregará en una semana) sobre cómo deben ser las líneas del tranvía.

En principio, el Ayuntamiento baraja una red de tres líneas: Fuensanta-Ciudad Sanitaria por el Paseo de la Ribera, El Brillante-Sector Sur por el Paseo de la Victoria y Poniente-Fátima por el eje del Plan Renfe y la avenida de las Ollerías. Se trataría de una propuesta de red para evitar los problemas creados en Sevilla donde el primer tramo del llamado Metrocentro tiene ahora abiertas las alternativas de su continuidad. Quién decida el trazado de las líneas o la ubicación de las estaciones supone una enorme responsabilidad política y, por tanto, un importante poder. En principio, la Gerencia de Urbanismo quería influir en el proyecto desde criterios de ordenación urbana. Sin embargo, parece que la Junta tiene sus propias ideas al respecto. El Gobierno andaluz deja claro en su comunicado que el proyecto que apruebe Obras Públicas será "el referente técnico" del proyecto que se lleve a cabo.

En principio, la Junta será quien pague todas las actuaciones de tendido de la vía y reurbanización de las zonas afectadas. Al Ayuntamiento le correspondería, llegado el caso, a pagar los sistemas de seguridad, las instalaciones (los apeaderos), aportar los tranvías y explotar el sistema.