El goteo de casos de pacientes afectados por klebsiella no cesa en el complejo hospitalario Reina Sofía; de un tiempo a esta parte se ha convertido en continuo. De hecho, esta semana son siete los enfermos que se encuentran en aislamiento en diferentes plantas del complejo sanitario cordobés a causa de la bacteria. Según la información a la que ha tenido acceso el Día, seis de estos pacientes con klebsiella se encuentran en situación de aislamiento en el Hospital General y uno en el Hospital Provincial.

Esa misma información detalla que de los seis pacientes que permanecen en el Hospital General, tres de ellos se encuentran ingresados en hospitalización en Cirugía; uno en hospitalización en Medicina Interna; otro en hospitalización en Nefrología y Endocrinología; y otro más en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Mientras, el paciente del Provincial está ingresado en hospitalización.

Además, uno de los casos es de los llamados hospitalarios; es decir, detectado en el hospital -posiblemente producido en el complejo-. Los hospitalarios son los más peligrosos dado que no se detecta hasta que el paciente no lleva dos días ingresado, tiempo suficiente para que haya podido contagiar a otros. Otros dos casos son de los llamados comunitarios; o lo que es lo mismo, que viene de la calle, lo que significa que los pacientes se han podido contagiar antes de llegar al complejo sanitario. Y otros tres casos son de los denominados colonizados; o sea, que el paciente tiene la bacteria, pero no enferma y es contagiosa.

Fuentes del hospital negaron la mayor insistiendo a este periódico en que "no hay ningún caso nuevo, si hubiera dos casos habría un brote, y no lo hay". Las mismas fuentes detallaron "que se continúan aplicando los protocolos para evitar que surjan casos".

Los profesionales consultados por este periódico refirieron al respecto que no es frecuente que se aísle a esa cantidad de personas en apenas una semana, pero que puede darse "dadas las dimensiones del complejo sanitario cordobés". Estos casos vienen a sumarse este año a otros como los arrojados por el complejo sanitario a finales del pasado mes de julio, en una semana en la que había en aislamiento otros cinco pacientes.

El Hospital Reina Sofía, al igual que el resto de hospitales públicos andaluces, cuenta, en el marco del Plan Andaluz de Infecciones Nosocomiales, con un protocolo específico para la prevención y control de infección por klebsiella "elaborado por expertos en base a la evidencia científica". Además de esto, el hospital cuenta con otros protocolos, todos encaminados a prevenir, identificar y controlar la infección por esta bacteria, lo que denota la preocupación que hay en el complejo cordobés ante la proliferación que ha habido en forma de goteo de casos desde, como mínimo, el año 2013.

Entre las principales medidas de estos protocolos se incluyen la desinfección medioambiental de los espacios y medidas específicas de desinfección e higiene de pacientes, la reducción de las visitas a estas zonas, aislamiento de pacientes, revisión del uso de antibióticos, uso de batas y calzas desechables, personal exclusivo para el cuidado de los pacientes, utilización de material no crítico de uso exclusivo, manejo específico de catéteres y disminución del movimiento de los pacientes, entre otras. A pesar de ello, los sindicatos han denunciado en varias ocasiones que muchas de estas medidas no se cumplen.

Desde el hospital han recordado en más de una ocasión que la klebsiella es un germen que se encuentra presente en la flora intestinal de pacientes sanos y que, de manera muy excepcional en enfermos en situación crítica -con estancias prolongadas y/o en tratamiento con antibióticos- puede cambiar y originar un patrón de resistencia al tratamiento a estos fármacos.

Desde que en el verano de 2013 saltara a la palestra la muerte de un bebé prematuro en la Unidad de Neonatos del Reina Sofía a causa de esta bacteria, no han dejado de aparecer casos. Uno de los últimos conocidos es, como adelantó el Día, la muerte de una joven ingresada el pasado mes de marzo en la Unidad de Hematología, que estaba inmunodeprimida (fuerte disminución de las defensas en el organismo) y en aislamiento, pero compartía habitación con otra paciente también inmunodeprimida. El estado de salud de la mujer empeoró hasta el punto de que los responsables sanitarios decidieron aislarla de forma total en una cámara. Sin embargo, no logró salir adelante y falleció. La propia Consejería de Salud se interesó por este caso y las circunstancias en las que había ocurrido. La presencia de la klebsiellapneumoniae, por lo tanto, se remonta como mínimo al verano de 2013, aunque fue en 2014 cuando saltaron a la luz varios casos de muertes relacionadas con la infección por esta bacteria, incluso hubo un brote que obligó al aislamiento de varios pacientes afectados. En 2013 el centro sanitario reconoció que se había detectado la klebsiella en nueve bebés prematuros hospitalizados en Neonatología, aunque especificó que sólo dos la habían desarrollado, mientras que otro murió. Se trata de una especie de bacteria que es muy difícil de eliminar del organismo, ya que es muy resistente a algunos antibióticos. Además, por regla general, la klebsiella no tiene efectos sobre las personas sanas, sin embargo puede resultar letal en caso de enfermos que sufren una situación de debilidad en sus defensas debido a la vulnerabilidad de su sistema inmunológico.

Tanto el Defensor del Paciente como la Asociación de Afectados por la Bacteria Klebsiella (creada en 2014) han llevado a los tribunales casos de muertes causadas por este germen que se transmite por contacto directo.