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Las mujeres no podrán participar junto a los hombres en las cuadrillas de costaleros de la Hermandad de los Dolores. Ésta fue la decisión que adoptó la cofradía servita tras conocer la opinión mayoritaria de los hermanos que votaron en la asamblea general que se celebró en la sede canónica. Según los datos facilitados por la cofradía, de las 81 personas que participaron en el Cabildo, 53 rechazaron la presencia femenina bajo las trabajaderas y las 28 restantes apoyaron la posibilidad de crear las cuadrillas mixtas. La hermandad zanjó así un debate que se inició en la pasada Cuaresma cuando dos mujeres -una de ellas hermana de la cofradía- fueron excluidas del grupo de costaleros del paso de la Virgen.

Sin embargo, aunque la cofradía radicada en Capuchinos cerró filas en este capítulo, a los partidarios de las cuadrillas mixtas todavía les queda la baza del Obispado, que podría apoyar la participación de hombres y mujeres en los pasos. De hecho, en el propio orden del día de la asamblea que se celebró ayer, la cofradía deja en manos de la curia la resolución final de este asunto, ya que no existe regulación ni a favor ni en contra de la coexistencia masculina y femenina bajo las trabajaderas.

El único posicionamiento de la Iglesia en este sentido lo realizó el delegado diocesano de cofradías, Pedro Soldado, cuando surgió la polémica semanas antes de la celebración de la estación de penitencia del Viernes Santo. El responsable episcopal aseguró que no existía una prohibición explícita para que dos mujeres participaran como costaleras tanto en ésta como en cualquier otra cofradía, pero sí apuntó que las cuadrillas mixtas parecían "un poco fuera de lugar". Soldado sugirió asimismo que lo mejor sería que los costaleros de ambos sexos llevaran los pasos por separado.

La Hermandad de los Dolores, sin embargo, no se opone a que la cofradía incorpore una cuadrilla sólo de mujeres. De hecho, la junta de gobierno propuso a las dos costaleras que formaran un grupo femenino, pero la falta de mujeres que quisieran situarse bajo las trabajaderas les llevó a buscar un hueco junto a los hombres para poder llevar a la titular de la cofradía servita en la procesión del Viernes Santo, una de las más seguidas de la capital. De hecho, según informaron fuentes de esta hermandad, una de ellas llevaba cuatro años saliendo de costalera en la cuadrilla masculina, coincidiendo con el mandato de la anterior directiva.