Una de las grandes incógnitas de este inicio de curso político es conocer si el distanciamiento que ha iniciado Ganemos Córdoba con respecto al equipo de gobierno será sólo un amago o se convertirá en golpe a la hora de ponerle las cosas difíciles a la alianza PSOE e IU. El grupo municipal que hizo posible ese pacto de investidura con 51 medidas ha vuelto a amenazar con que no le aprobará las ordenanzas de 2018 al cogobierno si no se hacen realidad los acuerdos alcanzados a cambio del sí a las de 2017. No obstante, si se echa mano de hemeroteca todo apunta a que, como ha ocurrido otras veces, no habrá problema para que la formación que lidera Rafael Blázquez bendiga esas nuevas ordenanzas y hasta los próximos presupuestos. Y tampoco le extrañará a nadie que pidan una nueva revisión del cumplimiento de las 51 medidas, ya que incluso la ciudadanía desconoce cuáles de ellas se han hecho realidad. Es lo que en ciclismo se llama hacer la goma, expresión que se utiliza para definir cuando un corredor va detrás de otro -o de un grupo de corredores- al que no puede seguir el ritmo, y en los repechos duros, abren hueco con respecto a él, y en los fáciles, les da alcance . Todo ello después de que a los ediles de Ganemos se les haya convertido en rana la posibilidad de acceder al gobierno municipal. Y es que, Ganemos es algo así como el doctor Jekyll y míster Hyde de Capitulares, puesto que por un lado arremete contra el gobierno municipal y por otro lo salva de las situaciones más complicadas, desde los presupuestos a innumerables mociones plenarias en el Ayuntamiento.

Precisamente, en el gobierno municipal ha ganado enteros Emilio Aumente (PSOE), flamante ahora número dos del grupo municipal socialista, desde que accediera a la tenencia de alcaldía de Presidencia. Una de sus tareas más inmediatas a afrontar será la de la puesta en marcha de la demandada comisión -a iniciativa de UCOR- que debe valorar el grado de cumplimiento de las mociones que se aprueban en el Pleno, unas mociones que tienen que ver con la gestión municipal y la mayoría de las cuales están durmiendo el sueño de los justos.

Aumente es el hombre fuerte de la parte socialista de un equipo de gobierno que tendrá que lidiar con la marcha del edil de Servicios Sociales, Rafael del Castillo. Precisamente, los próximos meses serán importantes en este aspecto dado que Del Castillo le deja una difícil herencia a su sustituto, Juan Hidalgo, y a un equipo de gobierno que, aunque no acaba de remontar en la gestión, ha defendido hasta la saciedad en palabras de la propia Ambrosio que era el gobierno local de las personas y que los temas sociales eran su prioridad. Además, el responsable de Urbanismo, Pedro García, ha rescatado para la causa al exedil de IU, Francisco Tejada, para desatascar la Gerencia.

Mientras, el PP ya ha implantado el binomio José María Bellido-Salvador Fuentes, portavoz y viceportavoz de los populares, el primero de los cuales se ha visto reforzado como líder de una oposición en la que los populares son los más activos. Como ya viene ocurriendo está claro que en este arranque de curso centrarán sus mensajes en el apartado económico, además del listado de proyectos pendientes.

También en Ciudadanos se ha reforzado una figura, la de su portavoz David Dorado quien, junto a su compañero José Luis Vilches, ha pasado de echarse en las manos del PSOE para apoyar los presupuestos, justo en el momento en que Albert Rivera daba también su respaldo a Pedro Sánchez para la fallida investidura, a ser un grupo verdaderamente crítico con la gestión del cogobierno. Por último, el concejal de Unión Cordobesa, Rafael Carlos Serrano, mantiene el tipo a pesar de ser el único edil del grupo mixto. Serrano se enfrenta al reto de mantener la línea coherente que emprendió al inicio del mandato, donde ha sobresalido en cuestiones relacionadas con la empresa municipal Emacsa, por ejemplo.