Córdoba

Dime qué edad tienes y te diré qué vino bebes

  • Los más jóvenes prefieren los caldos afrutados y los generosos se quedan para los adultos

  • Flamenquín, jamón en incluso ostras, completan la oferta

Dime qué edad tienes y te diré qué vino bebes

Dime qué edad tienes y te diré qué vino bebes

El sello Montilla-Moriles ya avisa de que el caldo que se va consumir es de calidad, pero ¿qué tipo de vino gusta más a los cordobeses? Oloroso, afrutado, generoso... los tipos son variados y en la Cata del Vino, que se celebra durante estos días en la explanada de la Diputación, hay para todos los gustos. Sin embargo, parece que los encargados de los stands de las bodegas coinciden en que dependiendo de la edad, hay quien tira para un tipo u otro.

Aunque siempre hay excepciones, como los más mayores que prefieren los vinos jóvenes y los adolescentes (mayores de edad) que también prueban el fino, lo cierto es que la realidad es algo distinta. Y es que, como afirman los dueños de bodegas como La Purísima, Antonio Olivares, El Gallo o Gracia Hermanos, los jóvenes casi siempre prefieren los caldos más afrutados que a su vez son, valga la redundancia, los más jóvenes. Caldos de pocos años, casi siempre sin criar en bota, que son afrutados en nariz y secos en boca. Este tipo de vinos agotaron ayer botellas en un segundo día de Cata que vino acompañado de las primeras colas de la noche y que esta noche, casi con total seguridad, se volverán a repetir (además, ya se han agotado las reservas adelantadas por internet, por lo que habrá que esperar sí o sí).

En el lado contrario se encuentran los adultos y mayores que prefieren llenar sus catavinos con los caldos más generosos de la denominación, el amontillado y el oloroso reinan entre los que superan los 40 años, y el fino, por supuesto, es el rey de la Cata.

Capítulo aparte ocupa el pedro ximénez, joya de la corona de los Montilla-Moriles, un vino que, coinciden las bodegas, suelen pedir mucho más las mujeres. Teniendo en cuenta que el pedro ximénez acompaña más con el postre y alcanza mayor graduación que el resto, en la Cata suele pedirse a primera hora de la tarde.

Y como no todo va a ser beber, la decena de restaurantes que completan a las bodegas también ofrecen sus productos. Los hay muy cordobeses, no falta ni el plato de jamón ni el flamenquín, pero también tiene cabida la innovación. Eso es lo que pretende Juanjo Ruiz, dueño de La Salmoreteca, que además de traerse dos de sus salmorejos más famosos (el tradicional y el de remolacha) también incorpora ostras a su carta de la Cata, a las cuales les añade tocino de jamón ibérico, limón y una gota de fino, convirtiendo al caldo en un albariño.

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