Fijos o móviles. A simple vista o bien camuflados. Con señalización o sin ella. En autovías, carreteras principales o en secundarias. Hay muchos tipos y formas diferentes para controlar cuándo los conductores pisan de más el acelerador. En España, la infracción de tráfico más cometida es exceder la velocidad permitida, hasta el punto que el pasado 2016 la DGT emitió 4.369.603 denuncias de este tipo, lo que supuso una recaudación de 164.206.233,66 euros, un incremento de más de 34 millones de euros en comparación con los dos años anteriores.

Andalucía fue la comunidad autónoma que contó con más multas por exceso de velocidad, con más de un millón de denuncias, número que se traduce en más de 36 millones de euros recaudados. Al igual que ocurre en el resto del país, las multas por exceso de velocidad son la infracción de tráfico más cometida por los cordobeses y, lejos de descender, las sanciones han experimentado un más que notable aumento en los últimos cuatro años, es más, es que se han triplicado en este tiempo.

500Euros. Es la cuantía máxima de una sanción si se sobrepasa el límite de velocidad en 50 kilómetros a la hora

Durante 2016, la DGT registró hasta 136.112 denuncias en Córdoba, de las que 107.898 fueron impuestas por radares fijos de tráfico. Pero ¿cuánto dinero se recaudó por este tipo de sanción durante el 2016 en la provincia? Nada más y nada menos que 7,2 millones de euros, lo que supone que Tráfico ingresó 19.832 euros al día a costa de las multas. Resulta sorprendente, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno, la diferencia de estas mismas cuantías registradas en 2012. Así, hace cuatro años el número total de sanciones impuestas fue de 47.180, mientras que la recaudación obtenida fue de poco más de 3,4 millones de euros, o lo que es lo mismo, 9.493 euros diarios.

Como también ocurre en el resto de provincias de España, Córdoba cuenta con varios cinemómetros -nombre con el que se denomina a los radares de velocidad- instalados de forma permanente por la provincia. En total son 42 dispositivos que se reparten por todo el mapa que componen las carreteras cordobesas y donde se realizan preferentemente los controles de velocidad. De todos ellos, una docena son radares fijos y 30 móviles.

Según los mismos datos, son los radares fijos los que más denuncias imponen cada año, así desde las 27.570 de 2012 a las 107.898 del año pasado, lo que supone que en este tiempo este tipo de multas se han multiplicado por cuatro. De manera evidente, la recaudación también ha experimentado un más que notable aumento en estos años a costa de estas sanciones, ya que la DGT contabilizó algo más de 1,5 millones de euros en 2012 con estas sanciones, mientras que el año pasado la cuantía superó los 5,1 millones de euros. A estos números hay que sumar las denuncias impuestas por los cinemómetro móviles con parada, que a lo largo del pasado ejercicio recaudaron 664.860 euros al interponer 8.381 multas; y también los radares móviles sin parada, que impusieron 19.833 sanciones y que reportaron a Tráfico 1,4 millones de euros.

Durante los últimos cuatro años, el número de sanciones y, por ende, la recaudación ha ido en aumento. Así, en 2013 hubo un total de 41.712 denuncias por exceso de velocidad y una recaudación superior a los tres millones de euros. Estas cifras se desglosan en 12.389 multas impuestas por radar móvil con parada - más de 1,1 millones de euros recaudados-, 6.067 denuncias por cinemómetro móvil sin parada -564.685 euros-, y 23.256 denuncias por radar fijo, con 1,3 millones de euros. A lo largo de este ejercicio fue el radar fijo ubicado en el punto kilométrico 52,300 de la A-45 (Autovía a Málaga) en sentido decreciente el que mayor número de multas registró con 8.479 denuncias.

En 2014, por su parte, en total se emitieron 60.724 denuncias -que supuso más de 4,2 millones de euros de recaudación global-. Ese ejercicio, según los mismos datos, fueron los radares fijos los que más multas pusieron, con 32.036 y 1,8 millones de euros. Tras ellos, los radares móviles sin parada, que pusieron 20.003 sanciones, lo que reportó a Tráfico casi 1,6 millones de euros. En último lugar se encuentran los cinemómetros móviles con parada, con 8.685 multas y 784.530 euros. Según los mismos datos, a lo largo de 2014 fue el radar fijo ubicado en el punto kilométrico 410,200 de la A-4 en sentido creciente el que contabilizó el mayor número de infracciones de velocidad con 9.402 denuncias.

Un año más tarde, esto es en 2015, el número de sanciones se elevó a las 63.415, mientras que el dinero obtenido por Tráfico se cifró en 4,3 millones de euros. Ese año, según los mismos datos, fueron los radares móviles sin parada los que mayor número de multas registraron, con 29.453 y algo más de 2,3 millones de euros. Los radares fijos, por su parte, contabilizaron 26.846 sanciones y una cuantía de 1,3 millones de euros, mientras que los radares móviles con parada fueron los que menos sanciones impusieron, con 7.116 y una recaudación de 616.717 euros. En el caso de 2015, fue el radar fijo ubicado en el punto kilométrico 410.200 de la Autovía de Andalucía (A-4), en sentido creciente, el que acumuló el grueso de las denuncias, con 11.456, mientras que en 2016 fue el radar fijo ubicado en el punto kilométrico 417.588 de la A-4, sentido decreciente, con 67.394 multas.

A todos estos datos hay que sumar los que se incluyen en el informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) del pasado mes de marzo, que sitúa este punto de control de velocidad que asegura que el radar fijo que más multas pone en toda la red de carreteras de España está en Córdoba en la Autovía de Andalucía (A-4) y más concretamente en la llamada Cuesta del Espino. En esa zona de la vía, la Dirección General de Tráfico tiene ubicados hasta tres radares, en los puntos kilométricos 415,2; 416,1 y en el 417,6, si bien es éste último el que está batiendo todos los récords de sanciones por circular a más velocidad de la permitida, tal y como corroboran en 2016 los datos de la DGT a los que ha tenido acceso el Día.

Pero, ¿a qué se enfrenta el conductor cazado por un radar al rebasar el límite de velocidad? Al contrario de lo que sucede con otro tipo de sanciones, en las que finalmente suele ser un juez quien decide cuál será la pena a cumplir por el infractor, las multas por exceso de velocidad se imponen a raíz de una tabla elaborada por la DGT en el año 2010, en función del tipo de agravante: grave o muy grave. Así, se considera una infracción grave por exceso de velocidad aquella en la que se supera entre uno y 50 kilómetros a la hora la velocidad máxima permitida para las vías de 30, 40 y 50 kilómetros a a la hora; y entre uno y 70 kilómetros a la hora, para las que marcan una velocidad límite de 60, 70, 80, 90, 100, 110 y 120 kilómetros a la hora. En estos casos, la sanción iría desde los 100 euros hasta los 500, así como la pérdida de hasta seis puntos del carné.

Si la infracción es considerada de carácter muy grave -aquella en la que se superan los excesos del agravante anterior-, la sanción será una multa de 600 euros, así como la sustracción de seis puntos del carné.

Pese a ello, existen otros agravantes que pueden aumentar este tipo de sanciones, como sería no llevar el cinturón de seguridad o el sistema adecuado de retención infantil, haber extralimitado la velocidad permitida al conducir bajo efectos del alcohol y drogas, o realizar maniobras ilegales durante la conducción.