Córdoba

Cruces de nuevos sabores

  • Los recintos abren con una previsión meteorológica poco favorable. En la mayoría de los casos, los organizadores mantienen los precios de la carta y vigilarán para que no haya 'botellón'

La Hermandad del Resucitado homenajea a Manolete en el centenario de su nacimiento.

La Hermandad del Resucitado homenajea a Manolete en el centenario de su nacimiento. / O. Barrionuevo

Suenan las sevillanas y rumbas, el olor a pinchito se expande por el ambiente y vuelan los vasos de rebujito. Las Cruces de Mayo comenzaron ayer con la mirada puesta en el cielo -ya que las previsiones auguran precipitaciones para este puente-, con ganas de fiesta en la calle y novedades en sus cartas encaminadas a hacer de estos recintos una buena opción para almorzar o cenar. La mayoría abrió al mediodía para aprovechar al máximo el tiempo y acoger a los primeros clientes y, aunque ayer no fue un día fuerte, por la noche el ambiente se animó.

Una de las primeras Cruces en ponerse en marcha fue la de la Hermandad de la Buena Muerte, en la plaza San Ignacio de Loyola, que cuenta con una zona techada que, en caso de lluvia, servirá de refugio. "Este año el hándicap es el tiempo, a qué hora lloverá y cuánto", explica Manuel, uno de los hermanos de la Buena Muerte que atienden la barra.

Éste es una de los recintos de más afluencia de público ya que "está en una zona céntrica, hay oficinas y muchos trabajadores echan una caña antes de irse a casa", apunta Manuel. Por otra parte, también está cerca de los pubs y discotecas, por lo que mucha gente toma la primera copa en ésta y otras cruces del entorno antes de entrar en esos locales.

Tanto en la de la Hermandad de la Buena Muerte como en el resto de recintos de la zona centro los precios se han mantenido -salvo alguna subida en el vino- y las cartas suelen incluir las comidas tradicionales como flamenquín, croquetas, salmorejo, tortilla o lomo, a las que hay que sumar algunas novedades. Por ejemplo, en la de San Hipólito ofrecen champán Moët a 60 euros, jamón ibérico de bellota a 12 euros el plato o cochifrito a diez.

En la cruz de la Hermandad de la Sentencia, en la plaza de San Nicolás, intentan potenciar el consumo de paella a mediodía -este año habrá mañana y el domingo-, sobre todo para reunir a los hermanos. Los organizadores también están pendientes del tiempo, tanto que esta misma semana han contratado una carpa.

"Intentamos que el ambiente sea familiar y evitar el botellón", para lo que han contratado vigilancia privada, señalan Salvador Salamanca y Pedro Romero, dos hermanos de la Sentencia que se encargan de la organización. En esta ocasión esta cruz -siempre de claveles rojos- simula un patio cordobés y para ello han adornado el recinto con palés y macetas.

También cuenta con carpas (dos que ocupan los metros reglamentarios) la cruz de la Hermandad de la Sangre, en la plaza del Cardenal Toledo. El hermano mayor, Carlos Olivares, indica que cada año intentan hacer su cruz diferente, siempre aprovechando el entorno con el que cuentan. En esta ocasión los claveles son rojos y amarillos y han utilizado esas tonalidades para el resto de adornos florales.

Por otra parte, como novedad la organización ha incorporado a su carta el salmorejo de remolacha, que cuesta 4,50 euros, y las croquetas de rabo de toro, con un precio de 5,5 euros la media ración. Esta hermandad también quiere en su recinto un ambiente familiar, cuidar el entorno y a los vecinos y evitar los botellones, por lo que habrá varias personas encargadas de vigilar para que éstos no se produzcan por su zona.

Otra de las Cruces de mayor éxito es la de la Hermandad de la Paz. Ubicada en la Cuesta del Bailío, cada año atrae a miles de personas de todas las edades y también es una de las que siempre aparece en las quinielas para los premios que otorga el Ayuntamiento. Uno de los responsables de la hermandad, Vicente Mengual, resalta que los precios se mantienen en esta edición del concurso y, como comida especial; hoy, mañana y pasado harán un guiso (arroz o patatas con choco) a mediodía.

La hermandad ha apostado este año por el rojo oscuro para su cruz y retorna al pasado a la hora de ambientarla a través de una máquina de coser, una plancha y un ropero antiguos que recuerdan "a las antiguas confecciones", expone Mengual. También hay vestidos de flamenca a la antigua usanza y un traje de luces.

Precisamente más torera que nunca es este año la cruz de la plaza del Conde de Priego, organizada por la Hermandad del Resucitado. Con motivo del centenario del nacimiento de Manuel Rodríguez Manolete, se han colgado cuadros con retratos del torero cordobés y en los toldos que cubren la barra se aprecian las divisas de las ganaderías que él toreó a lo largo de su trayectoria, explica el vicehermano mayor Manuel Novillo.

También recuerdan al matador los colores de los claveles que adornan la cruz -la más antigua de Córdoba-, que como cada año se ubica ante su estatua, en el centro de la plaza. En esta ocasión son de color salmón y oro (amarillentos), igual que el traje de luces que vestía Manolete en Linares, en la que fue su última corrida de toros. Tal es la cercanía de la Hermandad del Resucitado con el torero que incluso guarda el penúltimo traje de luces que vistió, que fue donado por la familia.

Los organizadores esperan que "el tiempo respete" estos días de celebración porque, además, en su caso el Ayuntamiento no les permite instalar carpas. Salmorejo, tortilla de patatas, pinchitos o lomo son algunas de las comidas que los clientes pueden encontrar en esta carta, que este año incluye como novedad la carne con tomate (a cuatro euros el plato) y los burritos (dos euros), también "un guiño" a Manolete ya que él toreaba mucho en México, manifiesta Novillo.

En total, el concurso compiten medio centenar de Cruces en las modalidades de Casco Histórico, Zonas modernas y Recintos cerrados. El horario de apertura hoy, mañana y el domingo es de 12:00 a 02:00 aunque la música se apagará de 17:00 a 20:00. El día 1 se abrirán a las 12:00 y la clausura será a las 17:00.

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