Después de la tormenta llega la calma y en el PSOE ha llegado en forma de acuerdo y reparto de sillones. El intento de la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Rafaela Crespín, de presentar su propia candidatura fue neutralizado en horas por el equipo de Antonio Ruiz, el sucesor designado por el actual secretario general, Juan Pablo Durán. Y el acuerdo vino después de que se pactara que Crespín será la secretaria de Organización del partido en el caso -más que probable- de que Ruiz se imponga en el proceso de primarias al que también concurre la pedrista Teba Roldán. El puesto ofrecido a Crespín supone ser la número dos del partido y era uno de los puntos de fricción en todo este asunto, ya que algunas fuentes apuntan a que había cierto acuerdo previo a que fuera ocupado por alguien cercano a Durán. Lo cierto es que el todavía secretario general de los socialistas cordobeses y presidente del Parlamento de Andalucía se ha mantenido al margen en este proceso de negociación.

Tras el intento fallido -que ha dejado muy tocado al sector que lo promovió, que se concentra sobre todo en la capital- ayer fueron todo sonrisas y unión. Ruiz y Crespín acudieron juntos a la sede socialista de la avenida del Aeropuerto para presentar la precandidatura del primero. El aspirante a liderar el PSOE cordobés aseguró que desea "un partido en el que todo el mundo tenga la oportunidad de poner su capacidad de trabajo y su esfuerzo a disposición del PSOE", y añadió que el "objetivo deber ser mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y seguir transformando la sociedad".

Antonio Ruiz y Teba Roldán son los únicos precandidatos que se han presentado

El precandidato a la Secretaría General del PSOE cordobés añadió que es necesaria "una nueva dirección política para el nuevo tiempo en el que nos encontramos, con un proyecto de cambio donde los militantes y las agrupaciones municipales y de distrito sientan, de verdad, que comparten liderazgo con la Comisión Ejecutiva Provincial", y añadió que ésta debe tener "capacidad de alcanzar acuerdos y consensos, teniendo claro que a todos nos unen unas siglas y un objetivo común, mejorar la vida de los cordobeses".

Antonio Ruiz insistió en que su intención es "mantener lo bueno que hay en el PSOE de Córdoba, la unidad, la igualdad y el espíritu ganador", al tiempo que afirmó que hay que "reconocer que se han cometido errores que hay que subsanar y para eso precisamos de nuevas caras y de un equipo renovado, preparado para trabajar y para devolver la ilusión a los socialistas que en su día pudieron no verse reflejados en su partido".

Ruiz, quien recordó que el PSOE es una formación feminista, ha señalado que "los socialistas deben fortalecer la igualdad, que tiene que ser un eje transversal en la actividad del partido, y trabajar por el empoderamiento de la mujer en el ámbito orgánico y en el institucional". Para Ruiz es necesario "abrir una nueva etapa más plural en la que los jóvenes, los líderes locales y toda la militancia nos unamos y sumemos para hace un PSOE más fuerte". Por ello, concluyó, "es necesario mantener la senda ganadora que recuperamos en 2015, ser la fuerza política más votada en todos y cada uno de los rincones de esta provincia para que juntos, los socialistas, sigamos transformando Córdoba".

La delegada del Gobierno también habló ayer tras permanecer el lunes alejada de la agenda mediática y dijo que ha renunciado a su candidatura y ha apoyado a Ruiz porque comparten "proyecto y modelo de partido" y ambos apuestan por "la unidad" del PSOE cordobés, pues están en el mismo "para sumar, sumar y sumar". La delegada de la Junta de Andalucía aseguró que "los ciudadanos no se ven reflejados en el partido, como instrumento para mejorar la vida de todos", de ahí que cuando Ruiz y ella misma hacen "esos planteamientos" y están "los dos de acuerdo, lo lógico es que, en aras a esa unidad, estemos juntos", ya que el partido debe adaptarse "a los cambios sociales y económicos" que están afectando "a muchas familias, que pasan dificultades y a las que el PSOE se debe". Crespín insistió en la unidad como la clave para tener un partido "fuerte".