cruz conde 12

Cordobita 'sí que es pot'

  • De perfil. El PSOE, presionado, opta por no superar sus contradicciones y quiere pasar a la ciudadanía -a pesar de las fricciones que supondrá- una decisión que compete al que manda

Cordobita 'sí que es pot'

Cordobita 'sí que es pot'

Si los escoceces y los británicos tuvieron sus referéndum, ¿por qué carajo no íbamos a tenerlo nosotros? Si Catalunya sí que es pot, ¿por qué iba ser Córdoba menos pot? Pues claro que Córdoba es pot, que Cordobita sí que es pot. Referéndum ellos, pues referéndum nosotros. Quién dijo miedo en la ciudad de las tres culturas y de los mil jardines, la de los palacios, los poetas y Wallada, los abderramanes guerreros, el leído Al-Hakém y el merdellón de Almanzor. Cordobita sí que es pot.

Y por eso puede que votemos, porque somos como somos y porque el PSOE, que hace tiempo que cayó en la extraña estrategia de vivir de perfilito, ha sentido la pulsión de pasarnos su marrón para que le hagamos el trabajo. Así lo anunció esta semana, no se sabe si en un volunto, el concejal todoterreno, el muy trabajado Emilio Aumente, y al poco de hacerlo recibió el aplauso ancho de sus socios de IU y de sus medio socios de Ganemos. Luego Aumente se desdijo, pero me da que con estas mimbres podemos acabar en las urnas decidiendo si la carrera oficial de nuestra Semana Santa vuelve a su tradicional recorrido tendillero, tan gris en lo patrimonial como anchurón, o si se queda en las angosturas del Casco Histórico, en su belleza y en su incomodidad. De esto seguro que alguien pensará que es pura democracia, y que qué bonito, leche, qué bonito. Incluso yo siento ese cosquilleo de tener que elegir en las urnas entre la doble K, porque de eso al final se tratará.

La doble K, como ya se contó aquí alguna vez, es la que forman en esta milenaria y culta y docta y patatín y patatán ciudad los komunistas y los kuras, o los kuras y los komunistas. Kuras, como ya se dijo varias veces también aquí mismo, no son todos los curas; del mismo modo que komunistas no son todos toditos los comunistas. Kuras y komunistas son en realidad los más belicosos de ambos, lo más iluminados de cada casa. Son los grandes defensores de entender la vida como un echarse al monte con poco que el día amanezca. En fin, que ustedes seguro que ya saben de lo que yo me hablo y algún nombre les viene a la cabeza sin que yo llegue a escribirlo.

El caso es que el anuncio de Aumente ya ha levantado las suspicacias de las cofradías, y eso no ha hecho nada más que empezar. Con razón se preguntan las hermandades que a qué viene votar, sea vinculante o no, una decisión que ya estaba tomada y después de una primera experiencia que ellos consideran exitosa. ¿Por qué se vota eso, vienen a decir, y no cualquier otro evento más o menos molesto que pueda haber en la ciudad: desde la Cruces a Fin de Año pasando por los Patios o la Noche Blanca? O sea, que si para ellos referéndum, pues referéndum para todos.

La polémica está servida y ya les anticipo que en esta ciudad ni siquiera habrá acuerdo, en caso de que el asunto prosiga, para decidir el texto de la cuestión a preguntar. Y tampoco hay que tener un don para anticipar que este asunto, más que unir a Córdoba en su democracia, serviría como frente de batalla entre la doble K para medir sus fuerzas y ver quién anda más musculado. Por suerte, sería a base de votos y no a garrotazos, pero al final sí que andarían en esta consulta las dos españas mientras que los de la tercera se ven salpicados.

Todo esto es lo que debería evitar el PSOE, si es que aún está a tiempo, porque ahora quién detiene las manecillas del reloj. Mala cosa no tener clara la ciudad que uno quiere y sin embargo tener que gobernarla. Porque todo esto viene al cabo del mismo sitio, de que hay dos pesoes: uno integrado en el relato de la Transición y el otro caminando hacia lo apocalíptico. Como entre ellos no se ponen de acuerdo, siendo unos más respetuosos con el clero y otro más frentista, pues qué mejor que dejar que la gente vote a pesar de que la campaña corra el riesgo de agravar las fricciones que cada vez más claras se ven en la sociedad cordobesa.

Votaremos pues si se empeñan, y en mi caso ya anuncio que lo haré a conciencia. Y no a favor de las cofradías, pues no soy partidario de la carrera oficial por allí abajo, pero tampoco en contra de una decisión tan natural como que las hermandades puedan hacer su estación de penitencia en el mayor templo provincial. Ni de unos ni de otros verdad, cordobés con c y no k, de los que se preguntan para qué quiere el PSOE la Alcaldía por tantas décadas añorada si cuando les presionan un poquito sueltan el joystick y nos piden a nosotros que les pasemos de pantalla. Aunque ellos, si la cosa prospera, supongo que hablarán de democracia y democracia. Cordobita, como ya dije, sí que es pot.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios