La provincia contó en agosto con un total de 78.128 personas desempleadas, 2.482 más que justo un mes antes. Este es el resultado de las cifras del paro ofrecidas ayer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social que muestran una dura realidad: Córdoba lideró la subida del desempleo en agosto, tanto en Andalucía, como en España. La provincia se situó a la cabeza de la comunidad autónoma en cuanto a subida del paro al sumar un 3,28% más de parados que en julio (el aumento en Andalucía fue de poco más de un 2%); además también fue la tercera provincia de España en este sentido, tan sólo superada por Huesca y Murcia.

Este dato viene a demostrar que el verano no es una buena época para el empleo de la provincia. Históricamente, el octavo mes del año tampoco es el mejor en el conjunto del país, dado que la mayoría de contratos que se hacen para la época estival se formalizan en julio. Con ello, es lógico este aumento registrado en Córdoba, si bien llama la atención que la provincia no sea capaz de aprovechar el tirón turístico que sigue sumando visitantes mes tras mes, o las campañas agrícolas, único sector, eso sí, que aporta cifras relativamente buenas.

En cuanto a la comparativa anual, es decir, con respecto a agosto del año pasado, los datos sí son algo mejores, lo que evidencia, de alguna forma, una recuperación (con demasiados altibajos). En este caso, en un año han salido de las listas del paro un total de 7.269 cordobeses, lo que supone una caída interanual de más de un 8,5%.

Por sectores, los servicios vuelven a ser el área más mermada en este sentido por ser en la que más cordobeses se emplean. De esos más de 78.000 parados que se registraron en agosto de este año, casi 47.000 pertenecían al sector servicios, mientras que más de 8.000 eran trabajadores del campo. Industria y construcción aglutinaron algo más de 7.000 parados cada uno, mientras que 8.412 no tenían un empleo anterior. Y en todos estos sectores, excepto en el agrícola, subió el desempleo en agosto. De las 2.482 personas que pasaron a la lista del paro en el veraniego mes, casi 1.800 habían trabajado en el sector servicios, más del 70%; 313 se empleaban en la industria y 326, en la construcción. La vendimia, adelantada este año en la zona de Montilla-Moriles, consiguió que el sector agrícola mejorara algo con respecto a julio y sumó así 174 nuevos trabajadores.

La caída del desempleo vino acompañada además de una merma en la contratación que de nuevo volvió a registrar un descenso con respecto a julio, pero que en la comparativa anual sale ganando. Durante agosto se formalizaron en Córdoba hasta 31.358 contratos de trabajo, 3.500 menos que en julio (lo que supone un descenso de casi el 10%). Eso sí, la cifra es un 10,27% superior si la comparación se hace con las contrataciones registradas en agosto del pasado año. Y aquí en las contrataciones aparece una realidad que vino con la crisis para quedarse: la temporalidad. El 97,6% de los contratos que se firmaron en Córdoba en agosto eran temporales, mientras que solo un 2,4%, apenas 764, eran indefinidos.

Y fue aquí, en la alta temporalidad, donde los sindicatos centraron ayer sus críticas al conocer los datos del Ministerio de Empleo. El secretario de Empleo de UGT Córdoba, Manuel Torralba, calificó los datos de "descorazonadores" y afirmó que "la tasa de temporalidad de los contratos y la excesiva dependencia de los ciclos comerciales o agrícolas hacen de nuestra provincia el paradigma del estancamiento económico y social que venimos padeciendo". En la misma línea se pronunció la secretaria general de CCOO en la provincia, Marina Borrego, que con respecto a esa alta temporalidad manifestó que se "da idea de la precariedad de la contratación" y que añadió que dicha precariedad "la sufren especialmente las mujeres, que son ya el 56,52% de las personas desempleadas en la provincia y que no consiguen recuperar el empleo perdido durante la crisis". Por su parte, la presidenta de CSIF Córdoba, Dolores Navajas, pidió medidas que favorezcan la creación de puestos de trabajo y que además los mismos "no estén impregnados de precariedad".