Cabalgata como cierre de abril

Córdoba se bate en duelo por mayo

  • La Batalla de las Flores llena el Paseo de la Victoria de cordobeses y turistas para acudir a una de las citas más características de las fiestas de la ciudad

Córdoba se bate en duelo por mayo

No, aún no había llegado mayo y Córdoba ya tenía la sensación de haber vivido más de un día en el mes más importante para la ciudad. El último domingo de abril, que también quiso ser el día final del mes, sirvió para quitarse las malas sensaciones dejadas por las lluvias, esas que empañaron el inicio de la Cruces. No llovió (por la mañana), pero el tiempo algo más fresco de lo habitual sí dejó algunas estampas que no casan con el mayo que todos los ciudadanos tienen en la cabeza. Abrigo para aguantar lo que hubiera que aguantar, y hacia el paseo de la Victoria.

Allí la contienda estaba más que preparada. Las armas descansaban en sus tanques y los capitanes llevaban el uniforme de quien sabe que se va a librar una batalla de las que salen en los libros. Hacia las 10:00 (era uno de esos zafarranchos que precisan de un desayuno previo y para los que tampoco hay que levantarse muy temprano) ya se escuchaba por toda la ciudad el triquitraque de los explosivos.

Aquí ya no había nada que hacer. Además, no cabía la retirada, ni sacar bandera blanca, porque la avanzadilla se había empezado a instalar en el paseo de la Victoria. La batalla tenía que comenzar y lo cierto es que había demasiados voluntarios para marchar al frente.

Se sabían algunos detalles de uno de los contendientes. Marchaban en grupo con características comunes. En su mayoría, mujeres. Como uniforme militar, el traje de gitana. El tanque, una carroza con reminiscencias a los arcos de la Mezquita. Y como armas, claveles. Sí, aquello tenía todos los ingredientes para ser una batalla, pero el contenido bélico no se veía por ningún lado.

Era mayo, a pesar de ser 30 de abril, era mayo. Y la Victoria iba a acoger una batalla, pero con flores. El día permitió un desarrollo de esta cita tan característica del Mayo Festivo sin incidentes y miles de cordobeses y turistas se echaron a la calle para disfrutar de una jornada en la que hasta 100.000 claveles volaron entre carrozas y público.

"Ojalá todas las batallas que tuviéramos en el mundo se hicieran con flores", afirmó la alcaldesa, Isabel Ambrosio, que, acompañada de gran parte de la corporación municipal, también se introdujo de lleno en la contienda floral para escenificar que aquí nadie se libra de la Batalla de las Flores sin recibir un buen clavelazo.

Junto a los representantes del Ayuntamiento pudieron verse también a otros tantos responsables de la Federación de Peñas Cordobesas, entidad que organiza la cita junto con el Consistorio. Precisamente fueron las distintas peñas las que elaboraron las carrozas de este cortejo bélico-pacifista con flores de papel que pusieron colorido a una mañana algo nublada en la que había dos objetivos: recibir claveles y devolverlos o quedárselos para meterlos en agua una vez la batalla llegara a un alto el fuego.

No hubo que cambiar la cita de hora gracias al respeto de los chubascos y, una vez las carrozas abandonaron el frente de batalla, ya tocó retirar el vallado y los palcos. Comenzaron a circular de nuevo los coches sobre los tallos arrancados de las flores mientras un grupo de claveles rojos descansaba en una fuente cercana a modo de estrago. Y eso que mayo acaba de empezar.

1.Mujeres lanzan claveles desde una de las carrozas. 2. Palco de autoridades, con Isabel Ambrosio y Alfonso Morales. 3. Una mujer y una niña, en la Batalla de las Flores. 4. Público y peñas se lanzan claveles. 5. Vista de varias de las carrozas participantes. 6. Banda del Amor, que abrió el cortejo. 7. Un niño, con un manojo de claveles para lanzar.

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