Alrededor de 130.000 claveles, en su mayoría rojos, y 16 carrozas con más de 600 personas en ellas vestidas de gala para la ocasión, bien de gitanas, bien de cordobesas. Estas son sólo algunas de las cifras de la tradicional Batalla de las Flores, que ayer se celebró en Córdoba y que sirvió para dar la bienvenida, como se merece, al Mayo Festivo. Una tradición que sigue reuniendo a miles y miles de personas en el Paseo de la Victoria para tirarse entre ellos mismos miles y miles de claveles. Sin duda, también una cita imprescindible, popular donde quiera que las haya en Córdoba -al igual que las romerías- y a la que no falta nunca el presidente de la Federación de Peñas, Francisco Castillero. Sonriente y saludando a diestro y siniestro a cuantos se acercaban en uno de los días más importantes para Córdoba y este particular colectivo, Castillero aseguró a El Día que la Batalla de las Flores "representa abrirnos a la primavera, a las cruces, a los patios y a la Feria". Es decir, al Mayo Festivo de Córdoba, que este año, eso si, ha comenzado en abril.

Para Castillero, con estas fiestas también se demuestra que "la gente tiene ganas de vivir". Recordó que el año pasado se produjeron situaciones de dificultad cuando la Batalla de las Flores y la manifestación del Primero de mayo coincidieron en el tiempo y espacio. Es más, fue la manifestación la que obligó a retrasar la salida de las carrozas festivas.

Ante este hecho y, para evitar que se produjeran incidencias, la Federación de Peñas decidió de antemano retrasar el inicio de la batalla hasta las 12:30. Una medida más que acertada, puesto que los últimos manifestantes pasaron por La Victoria diez minutos más tarde del mediodía. Eso sí, algunos de los cánticos de la manifestación como "no nos mires, únete. La batalla de las flores no te va a dar de comer" sentó algo mal entre algún que otro asistente a la cita de los claveles.

Así las cosas, la celebración del 1 de Mayo no sólo fue una cita de reivindicaciones laborales, puesto que el centro de Córdoba también sirvió de escaparate de fiesta y tradición con la guerra de claveles que sirve cada año para abrir el Mayo Festivo y que ayer se desarrolló de una manera muy exitosa a pesar de lo intenso del calor.

Un sonoro cohete fue el encargado de anunciar el inicio de esta batalla en la que nadie pierde y que tiene algo más de 70 años de historia, según relató el presidente de la peña Los de Santiago, Antonio Hidalgo, que desde una segunda línea observó la feliz contienda de flores, acompañado por amigos y miembros de otras peñas. Esta fiesta, señaló, "antes también se hacía para anunciar las fiestas de Mayo, pero las carrozas no eran como las de ahora, sino que se hacían con cosas del campo". Eso sí, reconoció que "ahora están más embellecidas". Prueba de ello, la vistosidad y el colorido -claveles rojos, blancos o amarillos, entre otros- que dieron las 16 carrozas, entre las que incluso se coló una con un pequeño barco velero.

Como era de esperar hasta el centro del Paseo de la Victoria también que fueron representantes políticos municipales, que muy dispuestos no perdieron el tiempo y se colocaron estratégicamente en la primera fila del palco principal, a sus pies, cientos y cientos de claveles. Entre toso ellos, una gran entregada a la causa, la edil de Unión Cordobesa (UCOR) Aurora Aguilar, que no dejó en ningún momento de tirar y recibir claveles al mismo tiempo, al igual que sus compañeros de grupo: Rafael Gómez y Juan Miguel Alburquerque. Los ediles socialistas Francisco Alcalde e Inmaculada Durán tampoco perdieron el tiempo en librar la particular batalla de las flores con las personas que iban subidas en las carrozas, al igual que el secretario general del PSOE y senador por Córdoba, Juan Pablo Durán. El alcalde, José Antonio Nieto, tampoco faltó a esta gran cita, de la que recordó que "abre un mes intenso, tras el preámbulo fantástico de abril".

Al igual que en citas anteriores de la Batalla de las Flores, las 16 carrozas que cubrieron el corto recorrido pusieron la nota de color de la jornada, los pétalos aportaron el olor y el sonido llegó en forma de aplausos y algún que otro pasodoble, muy bien recibido entre el público asistente. Una vez que las carrozas -que este año son nuevas- llegaban a la altura de la avenida Cervantes, enfilaban de nuevo hacia el Paseo de la Victoria para recibir más y más claveles. Y así, hasta cuatro veces, en una jornada de ir y venir de flores, acompañada por un calor asfixiante que sirvió para demostrar que la fiesta en mayo, a pesar de las altas temperaturas, tienen el éxito asegurado en años y años venideros.

Tras la Batalla de las Flores, la fiesta se repartió entre las cruces y la gala de la primavera organizada por Radiolé en la plaza de las Tres Culturas, y que contó con la actuación de artistas como Manuel Orta, El Maki y Las Soles, entre otros.