En torno a 60 de los 524 vecinos de El Cerro que se beneficiaron de las ayudas para la rehabilitación de sus viviendas parecen atrapados en un déjà vu y, según ellos, el regreso al presente se antoja bastante difícil. Las grietas han vuelto a resquebrajar los techos y paredes de sus casas y el suelo, como consecuencia del empuje del muro de carga y la débil cimentación, cuenta ya con algún que otro desnivel. Algunos de estos residentes, como Rafael Cecilia -residente de la calle Enrique II, 18- se ha visto obligado, incluso, a cerrar a cal y canto uno de los dormitorios al comprobar que las fisuras que se han abierto de nuevo han convertido el dormitorio en una auténtica "cámara frigorífica". Todo ello ha ocurrido además apenas unos meses después de que los albañiles finalizaran la obra y, en algunos casos, cuando las paredes aún desprendían el olor de la última mano de pintura.

"Está todo lo mismo, lo mismo y lo mismo". Con esa rotundidad resume Antonio García el estado en el que se encuentra su vivienda, en la calle Secunda Romana, 139. Explica que hace seis meses que terminó la obra la empresa constructora designada por la empresa municipal de Viviendas de Córdoba (Vimcorsa) y desde entonces empezaron a sucederse los problemas. Los 19.000 euros con los que la entidad pública subvencionó la rehabilitación de esta casa no evitaron que una enorme grieta cruzara la pared en la que descansa el cabecero de su cama. Unos días después ocurrió lo mismo en el salón, la cocina y cada una de sus habitaciones. "Entiendo algo de esto y puedo decir que no quitaron todo el hormigón necesario para resanear el suelo", subraya este vecino de El Cerro.

Pero uno de los ejemplos más claro del mal resultado que ha deparado el plan de Vimcorsa se encuentra en la vía Monseñor Juan Manuel Font del Riego, 150. Sus inquilinos no han podido ocupar la vivienda, ya que las grietas han reaparecido incluso antes de que la constructora concluyera la reforma. Presenta fisuras que recorren la fachada de un extremo a otro y alguna de ellas cuenta con dos o tres centímetros de anchura. "Las casas se nos vienen encima y estas obras sólo han servido para que unos se lleven el dinero y se marchen", precisa una de las vecinas al pasar delante de esta vivienda. Otra asegura que "lo mismo va a ocurrir con el resto de casas que el Ayuntamiento nos arregló".

Hay también vecinos que, "hartos de esperar una solución", han optado por tapar las grietas aparecidas tras las obras. Dolores Nogales, de la calle Enrique II, 16, es una de las ciudadanas que se decantaron hace pocos días por esta vía y descartaron seguir pidiendo ayudas. Dolores todavía tiene húmedas sus paredes tras tapar las grietas con cemento blanco y repintar el espacio sobre el que actuó. "Esto no va a servir para nada, porque las grietas volverán a aparecer una y otra vez. No sé lo que vamos a hacer", asegura esta vecina de El Cerro al referirse a las actuaciones impulsadas por Vimcorsa en esta zona del Campo de la Verdad.

"Todo el barrio está igual y va a quedar peor todavía de lo que está", explica Juan José Lara, de la calle Secunda Romana, 133. A su vivienda le asignaron 18.000 euros, una cantidad que le permitió renovar la solería y sanear los techos y paredes de su casa. Creyó que aquel fue el final de la "pesadilla" que dice vivir desde hace algunos años, pero las fisuras aparecidas en numerosos rincones de su inmueble le han llevado a pensar en que el final fue poco menos que una ilusión. Como en los casos anteriores, techos y paredes presentan abundantes grietas e, incluso, hay bultos de considerable tamaño en algunos de los muros de la vivienda. "Podemos hacer muy poco ante un problema como el que se nos ha venido encima", concluye este vecino.