La cita con los caracoles guisados es mañana en las Setas de Noreña a partir de las 12:30. Una cita que regresa tras el paréntesis del año pasado, que no se celebró tras "un desencuentro" entre la Asociación de Comerciantes Caracoleros Cordobeses y el Ayuntamiento. En esta ocasión, la octava caracolada popular Ciudad de Córdoba distribuirá 1.000 kilos de caracoles guisados, en un evento gastronómico consolidado y que atrae a numerosos visitantes hasta la capital.

Así lo destacaron ayer en su presentación la teniente de alcalde de Fomento del Desarrollo Económico y del Comercio, María del Mar Téllez, y la secretaria del citado colectivo caracolero, María Jesús Pérez, quienes coincidieron en resaltar el atractivo turístico, dentro del Mayo Festivo, de la caracolada, como celebración gastronómica en un torno a un plato "genuinamente cordobés".

La caracolada está organizada por la Asociación de Comerciantes Caracoleros Cordobeses en colaboración con el Ayuntamiento, que aporta a la celebración de la misma una subvención nominativa de 6.000 euros a dicha entidad, ya que desde la Delegación de Comercio del Consistorio se valora de forma expresa que, "además de ser una actividad sin ánimo de lucro, se trata de un evento promocional del consumo de caracoles guisados y que contribuye a la dinamización comercial, al empleo y la reactivación de la economía".

Téllez destacó el esfuerzo que dedican los Comerciantes Caracoleros Cordobeses para poder organizar una degustación de la magnitud de la caracolada. El año pasado, la caracolada no se celebró "por un desencuentro" con el Ayuntamiento, según recordó Pérez, quien indicó que en 2018 éste se ha solucionado.

La secretaria de la asociación también hizo referencia a la temporada caracolera que concluye el próximo 10 de junio -después de que diera comienzo el pasado mes de febrero- y reconoció que la de este año -en la que se han instalado alrededor de medio centenar de puestos- no ha sido buena debido a las intensas lluvias registradas en marzo.