Córdoba

Cantos de amor a Córdoba

  • Una comitiva de unas 200 personas, pertenecientes a 24 coros, parte en pasacalles desde la Puerta del Puente hacia El Arenal, en la que es una estampa clásica del jueves de Feria

Componentes de La Alegría de la Viñuela a su llegada al recinto ferial de El Arenal.

Componentes de La Alegría de la Viñuela a su llegada al recinto ferial de El Arenal.

Hace calor, hace calor. Yo estaba esperando que cantes mi canción. Parece el inicio de esa canción que escribió Ariel Rot para Los Rodríguez, pero no; es lo que le comenta con otras palabras, guitarra en mano, Rafael Palos a los componentes del coro del que es director, el Vistasierra. "Vamos a cantarle a Córdoba como nos gusta, con el corazón", anima a los suyos. Una pequeña pancarta que sostiene uno de ellos anuncia que el Vistasierra irá desde la Puerta del Puente hasta El Arenal en el puesto 10 en el ya tradicional Pasacalles Rociero del jueves de Feria. La tradición manda, siempre la tradición, y tras la tempestad de alcohol que rebosó el macrobotellón de feria del miércoles y la de alegría desbordada de los críos y menos críos que aprovecharon ese día en el que las atracciones son casi low cost para aventurarse a subir en alguna de ellas, el jueves se vive en El Arenal otra tempestad, una tempestad de canciones rocieras que se mezclan por el camino como si de una Babel costumbrista se tratara. "Nos gusta cantarle a Córdoba", detalla Rafael. Los títulos de las canciones que él mismo y antes su padre han compuesto lo dicen todo. En su repertorio figura Yo soy de aquí, Pequeña Córdoba, Córdoba hechicera, Vaya Feria y La flor de mi casa, por ejemplo. Esta última, una oda a la mujer de Rafael que este hace extensible a la ciudad y a la mujer cordobesas. "Una canción muy especial que, como yo digo, es pizpireta y saltarina", defiende.

La procesión rociera la abre en esta ocasión el coro La Alegría de la Viñuela y la cierra el coro San Vicente Ferrer. Entre estas dos agrupaciones, otras 22 más, conformando una especie de serpiente multicolor que abre el rojo pasión de las componentes del primero de los coros con sones que van contagiando precisamente eso, alegría. El pasacalles es también una especie de Pasarela Cibeles en la que se contemplan trajes de gitana más clásicos y menos clásicos, más tradicionales y menos tradicionales, luciendo en el cuerpo de cordobesas de todas las edades. Tras la Alegría de la Viñuela circulan en riguroso orden La Alegría de Reina Sofía, Sol y Luna, Nuevo Amanecer de Fátima, Amigos de San Lorenzo, Virgen de la Cabeza, Arco Iris, Alba, Ritmo y Compás y Vistarriera. "Este día es grande para nosotros, los componentes de los coros, porque además se trata de una jornada de convivencia", relata el director de este último coro, mientras llueven los disparos de las cámaras fotográficas que van inmortalizando el camino y de los móviles que también capturan el momento.

Los más pequeños disfrutan de un día extra con precios 'low cost' en los cacharritos

Los sones van recorriendo un poco de la Córdoba más tradicional. La Alegría de la Viñuela recuerda abriendo el cortejo que la Chiquita Piconera del pintor [Julio Romero de Torres] se enamoró, y que la Mezquita se despierta cada mañana entre aroma a azahar [el olor que destila el Patio de los Naranjos].

"A ver, atentos; vámonos con Cómo vuela", relata quien se encarga de ir marcando el repertorio de La Alegría de Reina Sofía. En ese riguroso orden, al coro Vistarriera le siguen Savia Cordobesa, La Unión, Aromas de Azahar, Volver a Empezar y Amigos de San José Obrero. "Llevamos ocho años participando en el pasacalles y este año volvemos a hacerlo después de que el pasado no acudiéramos por motivos familiares", destaca Rosa Ortiz, una de los 16 componentes de Amigos de San José Obrero.

A Amigos de San José Obrero le siguen Alminar, Paz y Esperanza y Las Jaras. "El pasacalles es una buena razón para pasar todo el día en la calle", sentencia Carmen Ordóñez, que camina junto a Chari Aguilar y Toñi Josende, tres componentes de Las Jaras, coro que entona su Córdoba guapa, antes de arrancarse por Qué bonito está mayo. Y, como manda la organización, detrás de Las Jaras circulan los coros Yerbabuena, Cantares, El Arte de Nuestra Tierra, Azahar, Amigos del Rocío y San Vicente Ferrer.

Ya en ferial, las agrupaciones se encaminan hacia la caseta municipal para hacer realidad la tercera y última entrega del XXII Encuentro Rociero Camino del Arenal. Solo quedan por actuar en el mismo Azahar, Amigos del Rocío y San Vicente Ferrer en una jornada que se prolonga hasta las seis de la tarde casi para darle el relevo a los más pequeños que tienen un día extra de precios low cost en los cacharritos.

El sol es inmisericorde, pero da igual. Las ganas de fiesta no decaen mientras la Feria se prepara para sus días más grandes. El primero, el de hoy.

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