Córdoba

El juez Bermúdez reclama libertad y seguridad contra el terrorismo

  • El presidente del tribunal del 11-M dice que "la lección más grande" ha sido la de utilizar "los medios legales" y reclama que se tipifique la financiación de atentados

"El equilibrio que hay en España entre libertad y seguridad es muy efectivo". Así de tajante se mostró ayer el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, en su intervención en Corduba, los cursos de verano de la Universidad de Córdoba. El juez, que fue el presidente del tribunal que juzgó los atentados del 11-M, reconoció también que si algo ha aprendido en España después de la masacre de Atocha y del resto de atentados de corte islamista que se han producido en distintas partes del mundo desde entonces ha sido saber utilizar "todos los medios legales necesarios".

Malagueño de nacimiento, Gómez Bermúdez despertó pasiones durante el juicio del 11-M y también suscitó críticas cuando su mujer, Elisa Beni, publicó el libro La soledad del juzgador, en el que relata la experiencia de su marido en el juicio por los atentados del 11-M. Sin embargo, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo archivó hace apenas dos semanas una querella presentada por un particular contra Gómez Bermúdez por un delito de revelación de secretos. Al respecto, el juez no quiso hacer declaraciones y se limitó a decir que "no tengo comentarios sobre las decisiones de mis superiores". Gómez Bermúdez tampoco quiso pronunciarse sobre los planes de ETA para atentar contra el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y subrayó que nunca opina "sobre los planes de delincuentes, ni tampoco de los terroristas delincuentes". No obstante, remarcó que "España ha luchado eficazmente contra ETA en un equilibrio loable entre la seguridad y la libertad".

De lo que quería hablar Gómez Bermúdez y habló fue del derecho, la seguridad internacional y las prácticas terroristas. Para ello se centró en el terrorismo yihadista, que surgió en la década de los 80 del siglo XX. Bermúdez detalló que se trata de "una forma de criminalidad, no de guerra". El carácter indiscriminado del terrorismo de corte yihadista, basado en "atentar contra cualquiera que no entienda su mundo", y la búsqueda de "un gran impacto para generar terror" fueron algunas de las características que destacó el jurista en su intervención en el curso. La falta de jerarquía en su seno y el sentimiento de venganza, "históricamente insatisfecho", fueron otros de los aspectos que subrayó.

El juez definió también el perfil del terrorista como una persona joven que lleva varios años viviendo en Occidente, que nunca ha combatido en una guerra, no tiene líderes definidos y tampoco contactos con otros grupos. El método de financiación de este tipo de actos fue otro de los puntos que abordó y detalló que la capacidad financiera de los yihadistas está relacionada con su población de referencia, de 200 a 500 millones de personas.

A pesar de todo, Gómez Bermúdez aseguró que "acabaremos con este terrorismo, aunque surgirán otros nuevos". Todo dependerá, continuó, "de la capacidad de antelación del Estado". Indicó que la legislación que tiene España para frenar el terrorismo necesita de "una modificación penal, como la tipificación por un delito de difusión propagandística a través de internet o tipificar el delito de financiación como independiente".

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