El Ayuntamiento va a realizar controles de alcoholemia a los conductores de las carrozas que participan en la Cabalgata de Reyes de este año, según ha explicado el teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente. El objetivo, ha dicho, "no es que desconfiemos de ellos, sino que hay que extremar todas las medidas de seguridad para que no ocurra nada". Los controles se realizarán entre las 15:30 y las 16:30, una hora antes de la hora prevista para la salida del cortejo, a los 18 conductores previstos.

Aumente ha dado a conocer los detalles del plan de tráfico y seguridad para este año, en el supuesto caso de que finalmente pueda salir el cortejo, ya que por el momento se mantiene el riesgo de lluvia. El Ayuntamiento ha previsto un plan b, que los Reyes Magos se desplacen al Palacio de la Merced y reciban allí a los niños. Lo que se descarta por completo es adelantar el recorrido un día, como está ocurriendo en algunas localidades.

Entre las medidas del plan de seguridad también destaca la ampliación del trayecto protegido con vallado flexible, que irá desde la plaza de Santa Teresa hasta la plaza de Andalucía, desde el inicio del Paseo de la Victoria hasta la plaza de Colón y desde la Puerta del Colodro hasta el final de la avenida Agrupación Córdoba. Unos 120 policías locales velarán por la seguridad de todos los presentes, en coordinación con los agentes de la Policía Nacional. Además habrá cuatro ambulancias distribuidas por todo el recorrido para atender posibles urgencias.

Un año más, no se tirarán caramelos al paso por el puente de San Rafael, que se hará de la manera más rápida posible y en este punto habrá voluntarios de Protección Civil para que la gente no se suba al pretil al paso de las carrozas. 

Aumente se ha mostrado confiado en que finalmente el tiempo permita la celebración del recorrido. En el caso contrario también se plantea acortar el itinerario y otras medidas seguridad acompañadas al plan de que los Reyes se desplacen a la Diputación.